Siete años después de su debut en Italia, el gigante estadounidense de la pizza cerró formalmente sus tiendas luego de fracasar en ganarse a los consumidores que prefieren las opciones locales, según informó Milano Today.

EPizza SpA, la operadora de la franquicia de Domino’s en Italia, se declaró en quiebra en abril tras problemas para alcanzar sus objetivos de ventas durante los dos años de restricciones por la pandemia, según un documento presentado a la corte de Milán.

La empresa paró sus actividades en todas las sucursales de Domino’s el 20 de julio, según un informe de Food Service, una publicación de la industria alimenticia de Italia.

Si bien algunos pueden atribuir la derrota de Domino’s a su intento descarado de infiltrarse en la patria de la pizza con su propuesta estadounidense, ePizza afirma que el fracaso se debió a la competencia de las aplicaciones de entrega de comida.

La empresa con sede en Milán se enfrentó a una “competencia sin precedentes” por parte de los restaurantes locales que comenzaron a usar los servicios de entrega como Glovo, Just Eat y Deliveroo durante la pandemia, según el documento presentado a la corte.

Domino’s dijo en un documento, presentado también a la corte, que las dificultades de ePizza del año pasado fueron el resultado de “un nivel de competencia significativamente mayor en el mercado de entrega de comida tanto con las cadenas organizadas y restaurantes locales que realizaron envíos de comida para sobrevivir”.

La empresa también afirmó que se había enfrentado a problemas una vez que se levantaron algunas de las restricciones por la pandemia y los consumidores comenzaron a acudir a los restaurantes más tradicionales.

La corte de Milán concedió un periodo de gracia de 90 días a la empresa, en el cual los acreedores no podían exigir un pago o tomar sus activos. Ese periodo expiró al inicio de julio.

Domino’s tenía altas expectativas cuando entró al mercado italiano en 2015, firmando un acuerdo de franquicia de 10 años con ePizza. La empresa tenía planes de introducir un servicio de entregas a gran escala, el cual era inexistente en el país en ese momento, según el documento presentado a la corte.

Para inicios de 2020, ePizza gestionaba 23 sucursales en Italia y seis más a través de una concesión a otro socio.