Un grupo de 250 millonarios y empresarios han escrito una carta a los jefes de Estado y de Gobierno participantes en el Foro Económico Mundial de Davos para pedirles que adopten políticas fiscales que hagan que los más ricos paguen más impuestos.
«Nos sorprende que hayan fallado en contestar a la simple pregunta que les hacemos desde hace tres años: ¿cuándo van a gravar la riqueza extrema? Si los políticos electos de las economías más importantes no toman medida para resolver el terrible aumento de la desigualdad, las consecuencias seguirán siendo catastróficas para la humanidad», han espetado.
Forman parte de un movimiento cuya última acción se ha articulado a través de una serie de organizaciones que abogan por reducir las desigualdades económicas: Patriotic Millionaires, desde Estados Unidos y Reino Unido; Taxmenow, Millionaires for Humanity y la ONG Oxfam, asociadas en torno a la campaña «Orgullosos de pagar más» («Proud to Pay More») para el foro mundial.
Herederos de grandes fortunas
Los miembro de este movimiento son en buena parte herederos de grandes fortunas, de 17 países, aunque en su mayoría viven en Estados Unidos y el Reino Unido. Entre ellos figuran Abigail Disney, una de las miembros de la familia Disney, cineasta y activista; Ise Bosch, una de las nietas del fundador de la compañía alemana Bosch; y Valerie Rockefeller, bisnieta de magnate John Rockefeller, entre otros.
Otra de las firmantes es la austriaca Marlene Engelhorn, heredera del gigante químico alemán BASF, quien esta semana se ha paseado con una pancarta en la que se lee «¡Impuestos a los ricos!», por la entrada del Palacio de Congresos.
No hay ninguna fortuna española entre las firmantes.
Una mayor justicia fiscal para preservar la democracia: «No es radical»
Las y los firmantes de la carta aclaran que su campaña por impuestos más justos «no es radical», sino más bien una llamada a retornar a una normalidad basada «en un análisis sobrio» de las actuales condiciones económicas.
Según explican, es habitual que inviertan en emprendimiento, influyen en los mercados bursátiles, hacen crecer negocios y «se benefician del status quo», pero a la vez coinciden en ser filántropos o tener un marcado interés por cuestiones medioambientales y sociales.
En la campaña se recuerda que este año habrá elecciones en la mitad del mundo y que es un momento oportuno para dirigirse a los responsables políticos y pedirles una mayor justicia fiscal como modo de preservar la democracia. Al ritmo actual de acumulación de riqueza, anticipan, en la próxima década podría surgir el primer billonario de la historia.