Comprar billetes de avión puede convertirse en una odisea cuando se intenta encontrar el mejor precio. Las aerolíneas establecen el coste de los vuelos mediante el uso de algoritmos que son capaces de detectar la hora, el día y qué tipo de dispositivo utilizan los potenciales clientes a la hora de realizar la búsqueda. Todo ello influye en el precio que aparece reflejado en pantalla.
Así, muchos aseguran que solo por buscar el mismo trayecto varias veces, aumenta su precio. Aquí entran en juego los algoritmos de las aerolíneas, que identifican el momento en el que el cliente está dispuesto a pagar más.
«Todo depende de la oferta y la demanda», explica Beatriz Oficialdegui, directora de marketing de Destinia, «y si en ese momento es cuando más se está buscando y reservando, pues sí puede afectar».
Fines de semana, teléfono móvil… ¿cómo influye esto en los precios?
Estadísticamente, en los fines de semana y a principios de mes, que es cuando los usuarios acaban de cobrar, los precios son más elevados. Por el contrario, si se busca un martes o un miércoles, es probable encontrar mejores ofertas. También influye el dispositivo empleado y no se recomienda usar el teléfono móvil, ya que los algoritmos pueden detectar si este es de alta gama o si tiene la batería baja, lo que puede hacer que los precios suban.
«Cuando miro vuelos suelo hacerlo en el ordenador, así que no habré tenido la mala suerte de que me afecte, pero no sabía nada», cuenta una usuaria.
No obstante, desde el ordenador también hay que tener ciertos aspectos en cuenta. Es el caso de las cookies, pequeños ficheros que almacenan información y dan pistas a las aerolíneas para saber si hemos buscado varias veces la misma opción y si, por tanto, estamos muy interesados. «Cuando volvemos a buscar ese vuelo, la aerolínea sabe que ya teníamos intención de comprar ese billete y quizá el precio que veíamos antes ahora sea mayor», explica el director de Trecebits.com.
Para evitarlo, los expertos recomiendan borrar las cookies antes de buscar los vuelos o navegar en el ‘modo incógnito’ para que no se queden guardadas. Otra opción es cambiar la IP, y para ello basta con conectarse desde una nueva ubicación.