El Índice de Precios al Consumidor ha permanecido por debajo de las estimaciones de los mercados y expertos económicos.
La inflación en Chile cerró el 2017 con una tasa del 2,3 por ciento, la más baja en los últimos cinco años, después de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotara en diciembre una variación del 0,1 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La subida de los precios al consumidor de diciembre estuvo por debajo de los vaticinios del mercado y los expertos, que promediaban un incremento del 0,2 por ciento. En este sentido, la tasa del 2,3 por ciento se compara con el 2,7 por ciento en que cerró la inflación en 2016.
Con este resultado se mantiene por debajo de la media del rango meta del Banco Central, de entre un 2 por ciento y 4 por ciento para un horizonte de dos años. El emisor prevé que la tasa se aproxime al 3 por ciento recién en el segundo semestre del 2018.
En diciembre, según el informe del INE, cinco de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC anotaron variaciones positivas, seis registraron bajadas de precios y una no tuvo variación.
Los sectores que presentaron las mayores alzas fueron Transportes (1,4 por ciento) y Bienes y Servicios Diversos (0,9 por ciento), mientras entre las que tuvieron bajadas de precios destacó Alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,5 por ciento).
A nivel de productos o servicios destacaron las alzas del Servicio de Transporte interurbano (26,1 por ciento), gasolinas (2,7 por ciento), las papas (10 por ciento), carne de pollo (2,3 por ciento) y el gas licuado (1,5 por ciento), mientras bajaron los tomates (-16,1 por ciento), automóviles nuevos (-1-1 por ciento) y la carne de vacuno (-2,2 por ciento).
El IPC subyacente, que excluye los combustibles, las frutas y verduras frescas, anotó en diciembre una variación negativa del 0,1 y cerró el año 2017 con una tasa del 1,9 por ciento.