La Xunta de Galicia ha implementado el programa ‘Reencontros na Casa’ para personas con más de 65 años y pocos recursos económicos.
Un total de 149 emigrantes gallegos vuelven a Galicia este verano después de pasar casi toda su vida en diferentes países de Latinoamérica. Esto será posible gracias al programa de la Xunta ‘Reencontros na Casa’, que busca promover el contacto de estas personas con sus familias y lugares de origen.
Hace unos días, 54 gallegos afincados en Argentina y otros 24 residentes en Uruguay han aterrizado en el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago, donde sus parientes los han recibido «con muchos nervios», según han confesado Sara y Belia, dos hermanas de Vila de Cruces (Pontevedra) que esperaban con un ramo de flores a una tercera, Dolores.
Y es que, tal y como lo han explicado, llevaban «40 años sin verse, desde niñas«. «Mantuvimos el contacto por carta y ahora por teléfono», han asegurado, al tiempo que han apuntado que, si bien «se pueden ver» con las nuevas tecnologías, «no es lo mismo» que tenerla aquí.
Tras el reencuentro, Dolores ha dicho estar «muy feliz, muy contenta y muy agradecida a la Xunta por este programa tan bueno». «Viajamos espectacularmente, nos atendieron de diez… no tengo palabras, solo agradecimientos«, ha declarado entre lágrimas.
‘Reencontros na Casa’ es un proyecto de la Secretaría Xeral de Emigración dirigido a gallegos mayores de 65 años y con pocos recursos económicos que se marcharon a América Latina hace varias décadas. La media de edad de todos los beneficiarios supera los 77 años.
Historias conmovedoras
El más mayor es Camilo, un gallego de 93 años que se marchó en 1950 a Argentina. «Tuve una vida medio rara, me fui de acá, no conocía a nadie pero fui solo. Hice el servicio militar en Mérida y me fui», ha relatado.
El nonagenario, a quien el viaje se le ha hecho «muy engorroso» por el trasbordo en Madrid, ha recordado que ya vino «varias veces» a Galicia. Así, permanecerá en la Comunidad durante mes y medio «para ver a la familia por última vez», tal y como ha comentado.
Otro de los beneficiarios, Antonio Vitorino, ha contado «muy contento» que llevaba, hasta ahora, 61 años y medio sin venir a la Comunidad. «Me fui de Salvaterra (Pontevedra) a los 12 años y medio solo en un barco. Me recibieron en Argentina, allá estaba solo con una foto de mi padre, que se había ido cuatro años atrás«, ha relatado.
Y es que, según ha proseguido Antonio Vitorino, los emigrantes han hecho «quedar bien» a los gallegos «en toda América«: «Porque fuimos trabajadores día y noche, y nuestros padres ya ni hablar».