“América Latina y el Caribe cuentan con una CAF más fortalecida gracias al compromiso de sus líderes para apoyarlos financiera y técnicamente en el momento en el que más la necesitan para afrontar los desafíos sociales, económicos y ambientales sin dejar a nadie atrás”, afirma Sergio Díaz-Granados al referirse a su balance del primer año de gestión como presidente ejecutivo del organismo multilateral.
La aprobación del aumento de capital por USD 7.000 millones, que permitirá duplicar la cartera al 2030 e impulsar el objetivo de ser el banco verde y de la reactivación económica de América Latina y el Caribe, por parte de los 19 países y 13 bancos privados que integran la institución, fue el primer voto de confianza que recibió del Directorio y la Asamblea de Accionistas.
El segundo fue lograr la incorporación de nuevos países y aumentar la participación accionaria de otros. Chile, Costa Rica, El Salvador, Honduras y República Dominicana se convirtieron en miembros plenos del organismo multilateral, reafirmando el compromiso de CAF de trabajar a favor de la integración de la región para contribuir en mejorar la calidad de vida de los latinoamericanos y caribeños, así como con el desarrollo sostenible.
Estas son algunas de las buenas noticias para América Latina y el Caribe que llevaron a que la calificadora de riesgo S&P Global Rating aumentara la nota de CAF a AA- de A+. En su reporte la firma destacó: “La perspectiva positiva refleja nuestra opinión de que el papel y la importancia de CAF para las políticas y su posición de capital pueden fortalecerse respaldados por un importante apoyo de capital de sus miembros, lo que podría contrarrestar significativamente las vulnerabilidades de calificación en la región”.
Siguiendo con el objetivo de convertirse en el banco verde de la región, CAF ha realizado diversas acciones para materializarlo, destinando USD 25.000 millones a financiamiento verde a 2026, lo cual implica un aumento de 24% a 40% del total de aprobaciones. Asimismo, en relación con iniciativas vinculadas a la conservación de los océanos, se destinarán USD 1.250 millones en los próximos cinco años para financiar proyectos que contribuyan a preservar, dinamizar e impulsar los ecosistemas marinos y costeros de América Latina y el Caribe. También se destacan proyectos relacionados con la protección del Océano Pacífico en Colombia, Costa Rica, Panamá y Ecuador.