Bruselas se opone al ‘banco malo’ propuesto por el BCE

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De momento, la idea del BCE que busca liberar miles de millones en créditos tóxicos de los bancos de la zona euro no ha tenido apoyo de Bruselas

Altos funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido contactos con sus homólogos en Bruselas con el objetivo de establecer un ‘banco malo’ de la zona euro que permita liberar los balances de los bancos de la región de miles de millones en créditos tóxicos que las entidades aún acumulan desde la crisis financiera de 2008 en previsión del impacto que la pandemia de coronavirus tendrá en el sector, según informa el diario ‘Financial Times’, que señala que la propuesta habría sido acogida con frialdad en la Comisión Europea.

La idea del BCE de librar a los bancos de la eurozona del lastre de miles de millones de créditos dudosos en sus balances como legado de la crisis financiera de 2008 antes de que la pandemia vuelva a disparar las carteras de fallidos de las entidades, obstaculizando la capacidad de préstamo de los bancos en un momento crítico, se enfrentaría a la oposición de Bruselas, cuyos funcionarios son reacios a dejar de lado las normas que obligan a que las ayudas de Estado solo puedan recibirse una vez completado un procedimiento de resolución que imponga pérdidas a accionistas y bonistas de las entidades.

En este sentido, el rotativo señala que la idea del BCE habría sido rechazada por altos funcionarios en Bruselas, quienes argumentan que existen mejores maneras de abordar el problema de los créditos tóxicos, aunque las fuentes consultadas por el rotativo advirtieron de que las conversaciones de alto nivel aún se encuentran en una fase muy temprana y no se descarta que más adelante, en la última fase de la pandemia, puedan retomarse.

El italiano Andrea Enría, actual presidente del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) del BCE, quien ya había propuesto la creación de un banco malo europeo en 2017, cuando aún dirigía la Autoridad Bancaria Europea (EBA), estaría intentando reactivar la idea, que en su momento fue bloqueada por la Comisión, que alegó problemas con las ayudas de Estado, según indicaron a ‘Financial Times’ fuentes conocedoras.

En este sentido, los defensores de la idea de crear un banco malo de la zona euro confían en que sea aceptable según las normas de ayudas públicas, al proponer que los préstamos tóxicos tengan que venderse en el mercado después de un período de tiempo fijo.

Al final de 2019, el volumen de préstamos no productivos (NPL) de los 121 mayores bancos de la zona euro rondaba los 506.000 millones de euros, alrededor del 3,2% de los balances, lo que representa prácticamente la mitad que hace cuatro años, aunque los bancos griegos, chipriotas, portugueses e italianos aún registran ratios de NPL superiores al 6%.

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