El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido este miércoles finalizar con la inseguridad alimentaria en el país para el año 2030. El mandatario movilizará 8.000 millones de dólares públicos y privados para reducir drásticamente la cifra de 34 millones de personas, incluidos cinco millones de niños, que se encuentran en situación de riesgo.
En 2021, según datos del Departamento de Agricultura, el 10,2% de los hogares del país sufrieron inseguridad alimentaria en algún momento a lo largo del año, un porcentaje similar al de 2020. Y en las casas con hijos menores de 18 años esa cifra se elevó al 12,5%, aunque en algunos casos solo los adultos se vieron afectados.
La estrategia presidencial para reducir esos datos se asienta en tres pilares: facilitar el acceso de los ciudadanos a comida que mantenga a sus familias sanas, ofrecer la información necesaria para poder elegir dietas saludables e impulsar el ejercicio físico.
«La buena noticia es que ya hemos creado una buena base para esto», ha apuntado Biden en una cita que cuenta con el chef español José Andrés como invitado final y que ha incluido a senadores, representantes de ONG y de agencias estatales dedicadas a esta labor. En cualquier país y en cualquier estado de Estados Unidos, ha añadido el presidente, si un padre no puede alimentar a sus hijos, «nada más importa».
Se trata de la primera conferencia que se celebra en la Casa Blanca sobre Hambre, Nutrición y Sanidad desde 1969, año en que el mandatario republicano Richard Nixon se volcó con esa misma causa, impulsando legislaciones como la del Programa de Desayuno Escolar.
Una de cada seis personas pasa hambre en Misisipi
En EE.UU., el estado más afectado es Misisipi: una de cada seis personas, incluidos uno de cada cinco niños, pasa hambre, según datos de la organización Feeding America, que distribuye comida en esa zona.
La falta de trabajo y de comida sana es la culpa, apunta a la agencia Efe Charles Beady, director ejecutivo de la Red de Comida de Misisipi, un banco de alimentos que opera en 56 condados y que en 2021 entregó 42,6 toneladas de comida, 12,6 más que el año anterior, consecuencia de la pandemia.
Organizaciones como la suya son parte de la solución, pero acabar con el hambre y la desnutrición requiere de un esfuerzo colectivo, advierte. «Hacerlo es posible, pero es necesaria una voluntad nacional. Somos la nación más rica de la Tierra. Tenemos todo tipo de recursos. Es cuestión de arremangarnos y ponernos a ello».
En la conferencia de este miércoles ha habido promesas de fondos públicos y privados por valor de 8.000 millones de dólares, de los cuales al menos 2.500 se invertirán en empresas emergentes que ofrecen soluciones innovadoras contra el hambre y la inseguridad alimentaria y unos 4.000 a filantropía que mejora el acceso a comida nutritiva y que promueve opciones saludables.