La entidad abre en Santiago de Chile la primera oficina de presentación de un banco árabe en América Latina.
El Banco de Palestina da el salto al sistema chileno. A través de la apertura de su primera oficina de representación en el país latinoamericano, única de un banco árabe en América Latina, la entidad busca convertirse en un puente para los negocios entre esta región y Oriente Medio.
«La idea es crear una red internacional de negocios uniendo Latinoamérica, Palestina y los países del golfo arábigo, donde contamos con una oficina de representación en Dubai desde el 2015, convirtiéndonos en un puente de negocios e inversiones entre Medio Oriente y América Latina», afirmó el presidente del banco, Hashim Shawa.
Shawa explicó que decidieron iniciar su expansión en la región con la oficina de Chile porque el país austral acoge la mayor comunidad de la diáspora palestina. Se calcula que más de 300.000 personas de origen palestino viven en la nación suramericana, lo que la convierte en la comunidad más numerosa fuera del mundo árabe.
Asimismo, el ejecutivo resaltó que el intercambio comercial entre América Latina y Oriente Medio es muy reducido, por lo que el Banco de Palestina pretende convertirse en un «actor activo» en la promoción de los negocios y las inversiones entre las dos regiones.
En ese sentido, destacó que la entidad palestina tiene accionistas e inversores de países como Emiratos Árabes, Kuwait, Arabia Saudí y Jordania a los que quiere «conectar» con potenciales socios en Chile y otros países latinoamericanos. Sin olvidar su interés de estar presente en otros proyectos de infraestructura, siendo uno de los campos más atractivos para la inversión, dada la necesidad de infraestructuras que tiene Palestina y otras naciones árabes.
También se pondrá énfasis en los sectores de energías renovables, turismo, agricultura, minería y tratamiento de desechos. Shawa destacó que el Banco de Palestina, creado en 1960, ha tenido en la última década un «crecimiento fenomenal”, por lo que la entidad ha multiplicado por diez sus activos de inversión en la última década, pasando de 500.000 dólares a 5.000 millones, subrayó.
El director se mostró convencido de que la internacionalización del banco con las oficinas en Dubai y Santiago de Chile contribuirán al desarrollo económico de una Palestina «independiente económicamente, fuerte y estable».