La planta de Chiapa es capaz de purificar y devolver grandes volúmenes de agua limpia al sistema de suministro de la fábrica.
Audi utiliza un proceso de tratamiento de agua que recolecta el 100 por cien del agua residual generada en su planta de Chiapa, México, la purifica y devuelve grandes volúmenes de agua limpia al sistema de suministro de agua de la planta.
Con este proceso, Audi ahorra alrededor de 100.000 metros cúbicos de agua al año. A largo plazo, la compañía planea ahorrar más de 300.000 metros cúbicos de agua subterránea cada año.
El agua es necesaria en todo el proceso de producción de automóviles, desde el taller de pintura hasta las pruebas de estanqueidad. En Audi México, el agua se somete primero a un tratamiento químico-físico, que neutraliza el agua y elimina partículas y metales pesados.
Después, se procesa en una planta de tratamiento biológico de aguas residuales, donde se descomponen los componentes orgánicos. En una última fase, se separan los contaminantes restantes, incluidos los gérmenes bacterianos.
Peter Kössler, director de producción de Audi, defiende la producción de automóviles «con una huella de CO2 completamente neutral y libre de aguas residuales».