La huelga, que comenzó en Caracas hace 10 días, se ha extendido hasta una veintena de ciudades y amenaza con convertirse en paro indefinido.
Hace diez días, las enfermeras de Caracas comenzaron una huelga indefinida como respuesta al insuficiente incremento del salario mínimo que corresponde a los funcionarios civiles de la administración pública (del 103 por ciento). En pocos días, una veintena de ciudades se han unido a la propuesta de la capital y amenazan con extender el paro.
El pasado 25 de junio, la presidenta del Colegio de Enfermeras de Caracas, Ana Contreras, convocó el paro gremial sanitario en los 19 hospitales públicos de la capital, llamando a que todos los sectores profesionales se sumasen a la causa.
El motivo, sería protestar por la notable diferencia en el incremento del salario mínimo de los funcionarios civiles, del 103 por ciento (que equivale aproximadamente a 5 millones de bolívares o 1,57 dólares), frente al de los soldados y suboficiales de sargento y cabo, del 2.400 por ciento (17 millones de bolívares o 5,15 dólares).
Como indica Contreras, los bajos salarios a los que se enfrentan las enfermeras unido a la inflación de los precios en el país, está suponiendo que se encuentren ante una situación de precariedad que les mantiene en «las más profundas de las miserias». A ello, se le suman otros motivos como las malas condiciones de los hospitales, la escasez de medicinas o la falta de suministros médicos.
La presidenta del Colegio de Enfermeras amenaza con alargar esta huelga indefinida si no recibe una respuesta inmediata por parte del Gobierno. Paro al que ya se han unido otros trabajadores del sector sanitario, así como obreros que protestan por su derecho a obtener un salario digno.