Así lo ha anunciado en declaraciones a la prensa la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, después de reunirse en el Despacho Oval de la Casa Blanca con el presidente estadounidense, Joe Biden.
Von der Leyen ha explicado que la reunión había sido «constructiva» y que ambos lograron encontrar soluciones a las tensiones que han marcado la relación transatlántica en los últimos meses tras la aprobación en EE.UU. de la llamada Ley de Reducción de la Inflación (IRA, en inglés).
Esa ley incluye un paquete de ayudas de 370.000 millones de dólares (unos 350.000 millones de euros) para favorecer la transición energética y ofrece incentivos fiscales a las empresas que fabriquen vehículos eléctricos con componentes elaborados en Norteamérica, incluidos México y Canadá, con los que EE.UU. tiene tratados de libre comercio.
Las empresas europeas, en principio, no podrían acceder a esos subsidios porque el bloque comunitario no tiene un tratado comercial con EE.UU., pero Washington y Bruselas quieren solucionar eso.
Según Von der Leyen, la idea es que puedan acceder a los subsidios estadounidenses aquellos vehículos eléctricos que hayan sido fabricados con una cantidad determinada de minerales extraídos o procesados en Europa, lo que daría a las compañías europeas un tratamiento similar que el que reciben las mexicanas, canadienses y estadounidenses.
Asimismo, el acuerdo permitirá a Estados Unidos y la Unión Europea mejorar el acceso a esos minerales y materias primas que son fundamentales para fabricar desde paneles solares a vehículos eléctricos y cuya extracción y procesamiento están controlados casi en su totalidad por China.
Las negociaciones empezarán «de inmediato», de acuerdo a un comunicado conjunto emitido posteriormente por las dos partes.
Un «diálogo transparente» sobre subsidios verdes
De manera paralela, Estados Unidos y la UE han acordado establecer un «diálogo transparente» sobre los subsidios que ambas economías están ofreciendo a la industria de las energías verdes, ha explicado Von der Leyen.
Con ese diálogo, EE.UU. y la UE intercambiarán información sobre los subsidios que diferentes compañías van a recibir gracias a la estadounidense Ley de Reducción de la Inflación y el llamado «Plan Industrial del Pacto Verde», que la Comisión Europea presentó el mes pasado.
«Para nosotros, en ambos lados del Atlántico, es importante saber qué tipos de incentivos se están dando a la industria de las energías limpias para asegurarnos de que estamos uniendo fuerzas», ha argumentado Von der Leyen.
Hasta ahora, los países europeos se habían opuesto a la Ley de Reducción de la Inflación por considerarla una medida proteccionista y les preocupaba que empresas europeas se trasladasen de Europa a Estados Unidos para aprovechar esas exenciones fiscales.
Sin embargo, Von der Leyen ha dicho este viernes que da la «bienvenida» a la medida por las inversiones que hace para un futuro más sostenible.
La UE y EE.UU., además, han fijado octubre de este año como fecha límite para cerrar sus negociaciones sobre acero y aluminio sostenible.