El Río Grande, frontera natural entre México y Estados Unidos y entre la esperanza y la desesperanza. A los que intentan cruzarlo a diario, les da lo mismo las corrientes, las concertinas, los drones y la implacable guardia fronteriza… lo importante es cruzar.
«Esperamos pasar todos… entregarnos y que nos den el paso y la bienvenida a los Estados Unidos», afirma Javier, procedente de Venezuela.
De hecho, se ha registrado el mayor número de detenciones mensual desde que comenzó el año. En agosto, último mes del que hay datos, las autoridades fronterizas de EEUU realizaron casi 232.972 detenciones de migrantes irregulares. Un 27% más con respecto al mes anterior. Son personas que recorren distancias de más de 5.000 kilómetros expuestos a todo tipo de peligros.
Miles de personas cruzan el Río Grande
Tras recorrer muchos de ellos más de 5.000 kilómetros, no están dispuestos a desistir. Erick ha sido rechazado dos veces. «Bueno, ya la única manera que me queda de subir a la frontera es por el tren…», asegura el joven migrante en el vídeo de la parte superior.
Un tren lleno de peligros. El principal es acabar convertido en presa de las redes de tráfico de personas. Los demás esperan durante meses en México en condiciones inhumanas. «Nosotros no sabemos si es verdad o es mentira, porque dicen que nos van a dar ayuda y resultan que nos regresan hacia Capachula», comenta Leyda.
«Nos han bajado de los autobuses y nos han vendido el pasaje exageradamente caro. Ha sido una odisea estar aquí en México. Ha sido el país que más dinero nos ha quitado«, se queja indignada Milagros.
La permanencia en México constituye una odisea
Yeison encuentra consuelo en su mascota, una ardilla que salió con él desde Venezuela. «Conmigo duerme y es mi alarma. Me despierta a las siete de la mañana», asegura este muchacho, quien vive acampado con otros compatriotas cerca de la frontera.
Compañera de fatigas que tendrá que dejar en México, si Yeison consigue su sueño de entrar en Estados Unidos. La espera, con un desenlace incierto, se suele prolongar varios meses.