Más de 9.300 menores extranjeros no acompañados y migrantes extutelados se han beneficiado de la reforma del nuevo reglamento de Extranjería que entró en vigor en noviembre de 2021 y con la que se han eliminado parte de las trabas que abocaban a estos jóvenes a la exclusión. Así lo ha anunciado este viernes el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en una rueda de prensa en la que ha hecho balance de los primeros seis meses de funcionamiento de esta «ambiciosa» reforma.
«El resultado supera las expectativas que teníamos«, ha reconocido, y ha recordado que la estimación era de que, con esta reforma, podrían beneficiarse unos 15.000 jóvenes (8.000 menores bajo la tutela de las comunidades autónomas y 7.000 extutelados). De los 9.300 jóvenes a los que se ha dado empleo desde que entró en vigor la norma, 3.504 son menores y 5.817 jóvenes extutelados, lo que supone «cerca del 60 % del objetivo«, según el ministro.
Además, otros 1.200 expedientes están en tramitación y se resolverán en los próximos meses, con lo que se superará el 70% de los potenciales beneficiarios de la reforma «en un plazo muy breve de tiempo». Hasta el momento, se han concedido el 77% de las autorizaciones solicitadas.
3.300 jóvenes han obtenido el permiso de residencia
El nuevo procedimiento reduce «notablemente» los plazos para documentar a los menores en el sistema de protección, evitando que lleguen a la mayoría de edad sin documentar, ha subrayado Escrivá, que ha detallado que gracias a la reforma 3.300 jóvenes que estaban en situación de irregularidad sobrevenida por haber perdido su permiso, lo han obtenido.
Hasta la entrada en vigor del nuevo reglamento, los menores extranjeros no acompañados mayores de 16 años obtenían un permiso de residencia que no les permitía trabajar (residencia no lucrativa). A partir de ahora, esos menores y los jóvenes extutelados tendrán un permiso de residencia que también les habilita para trabajar. Escrivá ha remarcado que la reforma ha hecho que la situación «excepcional» de residencia no lucrativa deje de ser la mayoritaria y ha incidido en que ahora cuatro de cada cinco jóvenes extutelados tiene ya permiso de trabajo.
También ha valorado la rapidez con la que estos chicos se incorporan al mercado laboral una vez obtenida la autorización: los ocupados casi se duplican en los primeros cuatro meses (se ha pasado de 2.727 en noviembre a 4.599 en marzo de 2022). A este ritmo, 1.150 se dan de alta en la Seguridad Social el mismo mes que reciben su nuevo permiso: «un ritmo muy notable resultado del nuevo marco, del trabajo que están realizando las entidades sociales y de la actitud de los chicos», ha opinado el ministro.
Encuentran trabajo en otros sectores, como el comercio y la hostelería
Respecto a los sectores, Escrivá ha señalado que hay una «gran movilidad» una vez incorporados al mercado laboral y los principales empleos son hostelería, agricultura, comercio. «Antes de la reforma se concentraba todo en la agricultura», ha señalado el ministro, que ha explicado que este sector pasa al «segundo puesto» y crece por debajo de la media. También se están movilizando al sector de manufacturas, construcción, y labores administrativas.
Estas cifras tienen rostros como los de Tarik y Hoccine, dos jóvenes marroquíes de 18 y 21 años, respectivamente, que han relatado el «largo y difícil» camino que han tenido que recorrer para poder tener hoy un trabajo que les permita una vida mejor que la que dejaron en Marruecos.
«Llegué con 11 años y he estado en centros de menores en Melilla y Córdoba. Al principio trabajé recogiendo fresas en Huelva, pero no podía aguantar porque tengo diabetes», ha contado Tarik, cuya enfermedad le hizo abandonar su país porque no podía tratarse allí. Ahora trabaja de camarero en Jerez de la Frontera (Cádiz) y está «muy contento»: «Manuel y Ana me tratan como si fuera uno de sus hijos, me han ayudado mucho», agradece a los dueños del bar en el que sirve «meriendas y cenas» cada día.
«Pensábamos que iba a ser fácil y ha sido todo lo contrario, un camino muy largo y muy difícil», ha admitido Hoccine, que llegó a España en 2018 porque «quería una vida mejor, un futuro mejor como todas las personas». Este joven se fue a vivir a la provincia de Valencia porque allí estaba su hermano gemelo. Estudió cocina porque le encanta la hostelería, se esforzaba «mucho todos los días» para mejorar su español, consiguió hacer prácticas en un restaurante donde «estaban muy contentos» con él, pero no pudieron contratarle «por el tema de los papeles».
«La reforma nos ha ayudado muchísimo. Muchos jóvenes queríamos trabajar, pero no podíamos, ahora lo estamos haciendo», asegura con una sonrisa en la cara antes de reconocer que sueña con «abrir mi negocio en España junto a mi hermano».
Respecto a la puesta en marcha de una reforma de la Ley de Extranjería que facilitaría la incorporación de miles de trabajadores extranjeros al mercado laboral y la regularización de migrantes -que ha adelantado este viernes El País-, Escrivá no ha querido pronunciarse y solo ha admitido que «hay margen de mejora y de perfección en el procedimiento». “Está en un proceso de interacción entre los órganos colegiados del Gobierno y, mientras eso sea así, nosotros no opinamos sobre los detalles, seguirá su proceso como otras normas”, ha indicado.