Para comenzar el proceso migratorio con el pie derecho, es recomendable cumplir con la siguiente guía.
La inmigración es un proceso complejo que suele albergar muchas dudas. Para aquellos que recién han llegado a España, existen cinco trámites fundamentales que ayudarán a que su nueva etapa personal sea mucho más sencilla. Un proceso que comenzará desde el momento en el que se conoce en dónde vivirá dentro de España.
Una vez con su ubicación definida, es importante que el inmigrante se empadrone. ¿Qué es el padrón municipal?, un registro de los habitantes que tiene la ciudad. El proceso es muy sencillo y basta con acudir a cualquier oficina de Atención al Ciudadano con tres documentos: de identidad (pasaporte), el contrato de alquiler o autorización del dueño de la propiedad para alojarse en la misma y una factura de los servicios (agua, luz, gas).
A pesar de que existen algunos casos donde el empadronamiento no puede realizarse de la forma tradicional, es importante cumplir con el trámite, ya que será solicitado en otras tramitaciones públicas y de extranjería.
El segundo paso es solicitar la tarjeta sanitaria. Es decir, la llave de acceso al sistema sanitario público. En este caso, cada comunidad autónoma cuenta con su propia gestión y tramitación, pero suelen disponer de una plataforma online y presencial para tramitar la petición y tener acceso al Sistema Nacional de Salud (SNS).
Una vez con estos pasos dados, el inmigrante podrá comenzar con el trámite de regular su situación legal en España. Es recomendable que el proceso inicie antes de cumplir un mes desde la llegada al país, ya sea para obtener el Número de Identificación Extranjero (NIE) o la tarjeta de residente de familiar comunitario, así como cualquier otro canal legal que se esté tramitando como el asilo, la residencia humanitaria o el visado no lucrativo.
Alexandre Rangel, director del Grupo SIEspaña, recuerda que “el principal problema es que las personas no se informan antes de iniciar el proceso migratorio. A pesar de que la asesoría debería ser imprescindible para todas aquellas personas que emigran, pero aún más para quienes no cuentan con un pasaporte de los Estados Miembro de la Unión Europea”.
El inmigrante también tendrá que acudir y registrarse ante el consulado de su país de origen. Es quizás uno de los trámites que suelen ser más ignorados, pero que resulta clave para poder solicitar cualquier documento relacionado con el país de procedencia, así como para poder disfrutar de los servicios consulares.
Finalmente, para las familias que cuentan con hijos entre los 6 y 16 años, tendrán que obligatoriamente inscribirles en una institución educativa. Para hacerlo, se les solicitará que presenten su carta de empadronamiento, el pasaporte del menor de edad (y de sus padres) y el libro de familia o partida de nacimiento. En algunas comunidades, se podrá solicitar la tarjeta sanitaria del niño y la tarjeta de vacunas.