Andrés Manuel López Obrador solicitó la ayuda e implicación de Estados Unidos para la implementación del proyecto en México.
México y la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) lanzó el Plan de Desarrollo Integral para el sur de México y Centroamérica, para cuya aplicación el Gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, reclamó la implicación de Estados Unidos.
El ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard, explicó que el Plan de Desarrollo obedece a la «declaración política» que se hizo el pasado 1 de diciembre en plena crisis migratoria por la llegada de las caravanas centroamericanas a México para alcanzar Estados Unidos.
En presencia de los embajadores de Honduras, El Salvador y Guatemala, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, indicó que las cinco causas estructurales que promueven la migración en la región son:
- Bajo crecimiento económico y desigualdad.
- Crecimiento demográfico.
- Sequías e inundaciones.
- Región más violenta del mundo.
- Diferencia salarial frente a Estados Unidos.
A su vez, Bárcena destacó que uno de los principales motivos de la migración es la desigualdad, ya que el 10% más rico en México y el triángulo norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) gana 70 veces más que el sector de menores ingresos.
Con respecto a esto, la CEPAL propone un plan para abordar el desarrollo en la región mediante cuatro puntos clave: desarrollo económico, bienestar social, sostenibilidad ambiental y gestión integral del ciclo migratorio.
El organismo dependiente de Naciones Unidas (ONU) también propuso destinar el 25% del Producto Interior Bruto (PIB) de cada país a fomentar la inversión productiva, tanto pública como privada.
«Lo más prioritario para nosotros ha sido cómo generar un espacio entre el sur de México y los países del norte de Centroamérica, a partir de la integración comercial, productiva, energética y logística», señaló Bárcena.
Además, la CEPAL señaló que los migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador envían anualmente 22.500 millones de dólares a sus lugares de origen, mientras en México, la cifra llega a 35.000 millones de dólares. En este sentido, el organismo internacional propone bajar costos de transacción para que los migrantes que llegan a EEUU puedan mandar dinero a sus países de manera más sencilla.
