Inmigrantes originarios de El Salvador, Honduras y Guatemala pagaron $2,200 millones en los últimos cinco años a traficantes de personas (coyotes) para trasladarse a Estados Unidos y pedir asilo tras huir de sus países, revela un informe elaborado por el Instituto de Política Migratoria (Migration Policy Instituto, MPI).
Titulado ‘Las complejas motivaciones y los costos de la inmigración centroamericana’, el reporte, que analiza las causas de la crisis migratoria que se vive en la región y en la frontera sur de Estadios Unidos, señala que en el movimiento de centroamericanos “influyen toda una gama de factores de atracción y expulsión” que configuran la situación migratoria a en la región durante décadas.
En 2013 un informe elaborado por investigadores de la Universidad de California que fue entregado a las Naciones Unidas (ONU) advirtió a los gobiernos de la región y de Estados Unidos el crecimiento en el número de inmigrantes que estaba huyendo de sus países, fenómeno que podría convertirse en un éxodo. El informe fue desatendido y la crisis se desató.
De acuerdo con el sumario ejecutivo del informe del MPI, entre los años fiscales 2017 y 2021 (durante el gobierno de Donald Trump), la Patrulla Fronteriza registró alrededor de 1.8 millones de encuentros con personas migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras en la frontera entre Estados Unidos y México.
Añade que, en cuatro de los últimos cinco años fiscales, “los encuentros con personas migrantes de esos tres países excedieron los encuentros de personas migrantes mexicanos”, que encabezaban la lista anual de encuentros o detenciones en la frontera entre ambos países.
De acuerdo con los reportes tanto del MPI como de la Universidad de California en 2013, las principales causas de la migración hacia Estados Unidos son la violencia doméstica y de pandillas, la inseguridad, la falta de empleos, pobreza extrema, cambio climático y corrupción de los gobiernos desde donde se genera el éxodo.
El informe precisa que desde 2018 también se han producido en la región movimientos masivos mayores y más frecuentes, incluso con una gran proporción de familias y Menores No Acompañados (UAC) que, en su mayoría, se dirigían a Estados Unidos motivados por la búsqueda de oportunidades de empleo, la reunificación familiar y la necesidad de protección humanitaria.
Planes de contención
En enero, tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, Estados Unidos lanzó un plan regional para revertir la huida de migrantes hacia el norte. Simultáneamente, varios países, desde Panamá hasta Canadá, han demostrado un renovado interés político en abordar de manera conjunta las causas estructurales de la migración y el desplazamiento, un trabajo que a juicio de expertos tomará años, quizás décadas.
Estados Unidos da prioridad a las visas de trabajo para peruanos