Los jueces del máximo tribunal solicitaron al Departamento de Comercio, encargado de elaborar el censo, que proporcionen otra explicación sobre la inclusión de esa pregunta.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos falló en contra de la polémica pregunta sobre la ciudadanía a ser incluida en el censo de 2020, al considerar que el gobierno de Donald Trump no dio una razón adecuada para justificarla.
La propuesta del gobierno fue rechazada por el Supremo, en una votación cerrada de 5 jueces en contra y 4 en favor. Contemplaba que el cuestionario del censo incluyese una pregunta sobre el estatus legal de los residentes, una medida que organizaciones civiles tachan de “racista y discriminatoria”.
“Las pruebas cuentan una historia que no coincide con la explicación que dio el Secretario de Comercio, Wilbur Ross”, escribió el magistrado John Roberts en el fallo.
Los jueces del máximo tribunal solicitaron al Departamento de Comercio, encargado de elaborar el censo, que proporcionen otra explicación sobre la inclusión de esa pregunta. Por lo tanto, la decisión del Tribunal no termina esta disputa legal, que podría prolongarse durante gran parte del verano, poniendo en peligro el calendario para imprimir el cuestionario del censo.
El gobierno sostiene que esta pregunta es fundamental para entender mejor la composición de la población, pero la oposición dice que, en realidad, sólo serviría para intimidar y restar visibilidad a la comunidad inmigrante.
La medida ya había sido bloqueada por tres jueces federales, incluyendo Jesse M. Furman, de Nueva York, por considerarla ilegal. Del censo depende el reparto de fondos federales, el trazado de los distritos electorales para la Cámara de Representantes y la representación del Colegio Electoral, el cuerpo encargado de elegir al presidente.
La polémica ha vivido un nuevo episodio en las últimas semanas después de que saliera a la luz un informe elaborado por Thomas Hofeller, estratega del Partido Republicano fallecido en agosto de 2018, donde recomendaba incluir en el censo esa consulta para así poder rediseñar los distritos electorales de manera favorable a los intereses de la formación conservadora.
La respuesta de la Casa Blanca fue desmarcarse de ese informe -que salió a la luz tras ser hallado por la hija del estratega, Stephanie Hofeller Lizon, tras su muerte- y negar su conocimiento sobre la existencia del mismo. Pero el diario The Washington Post reveló la existencia de una serie de documentos, también encontrados por Hofeller Lizon, que establecen que el asesor político informó de sus conclusiones a Christa Jones, la actual jefa de personal de la oficina del director del Buró del Censo, Steven Dillingham.