Esta fórmula, que fue aprobada en el marco de la reforma del Reglamento de Extranjería del pasado mes de julio, se conoce como arraigo por formación. El ministro alega que se trata de un procedimiento que «funciona bien» y, de hecho, hay 22.000 peticiones de personas extranjeras que quieren formarse para entrar en el mercado de trabajo. A pesar de ello, el ministro ha indicado que varias asociaciones que trabajan con estos colectivos dicen que en la actualidad hay personas, sobre todo mujeres, que les «cuesta mucho hacer cursos tan largos» para acceder al mercado laboral o hacerlos de manera presencial «por su realidad», como puede ser la de tener hijos a cargo.

Escrivá reconoce que la primera instrucción «fue demasiado rígida» con los requisitos, de manera que ahora se plantea una flexibilización de los mismos. De esta manera, la idea del Ministerio es eliminar el número mínimo de horas que tienen los cursos, que puedan ser a distancia o que puedan compaginarse con un trabajo.

La nueva instrucción elimina el número mínimo de horas que debían tener los cursos, elimina la exigencia de que se realicen de manera presencial y pretende que la formación se pueda compaginar con un trabajo. Las fuentes de Migraciones consultadas por EFE precisan que de los 22.000 inmigrantes que han reclamado el arraigo por formación, solo un 30% de las solicitudes son de mujeres, lo que evidencia que ellas presentan más dificultades para cumplir con los requisitos. «Realmente lo que estamos haciendo desde un punto de vista de sensibilidad social es profundizar en esta instrucción», añadía Escrivá.

El Ministerio dará cuenta de esta nueva instrucción en la reunión de este miércoles la Comisión Laboral Tripartita de Inmigración, un órgano consultivo pero no vinculante entre la Administración General del Estado y las organizaciones sindicales y empresariales.