True Love Tattoo, un negocio de éxito internacional creado con “unos ahorritos”
El estudio del argentino Gustavo Barahona, el ‘Bara’, cumple 11 años en Madrid. Su fama pasa las fronteras del país, así lo evidencian los tres meses de lista de espera o los clientes que viajan de Australia, Rusia y Europa solo para tatuarse con el artista latinoamericano
En True Love Tattoo las agujas no dejan de sonar. 27 años de experiencia han llevado a su propietario, Gustavo Barahona, más conocido como el ‘Bara’, a convertirse en uno de los tatuadoresmás famoso de Madrid. Un argentino, oriundo de Buenos Aires, que acumula casi 67.500 seguidores en Instagram y que trabaja exclusivamente bajo cita previa. “Suelo tener una lista de espera de tres meses y medio”, cuenta a IberoEconomía.
El argentino encuentra las claves del éxito de su negocio, en el que trabajan seis personas, en la calidad del producto y el trato al cliente. “Un tatuaje es para toda la vida, no es algo que puedas tirar o descambiar. Además, la gente viene con miedo, piensan que les va a doler. Por eso, la calidad y el trato son fundamentales en este tipo de negocio”, explica.
La historia del estudio
Durante muchos años, el Bara gestionó su propio estudio de tatuajes en Argentina. “Me iba muy bien, pero llegó un momento en que me estanqué. Me aburrí de hacer lo mismo durante tanto tiempo en el mismo sitio”, asegura mientras tatúa a uno de sus clientes.
Fue entonces, centrado en su crecimiento personal, cuando decidió buscar nuevos horizontes. La casualidad decidió que terminara en España; concretamente en Madrid. “Sabía que tener un estudio propio me limitaba a la hora de moverme o de hacer otras cosas. Por eso decidí trabajar para otra gente durante una época”, cuenta. Y eso fue lo que hizo los tres primeros años de su estancia en la capital española.
Sin embargo, el tiempo le generó la inquietud de tener otra vez su “lugar propio”: True Love Tattoo. Un espacio que nació en 2006 con una inversión “bastante más alta” de lo que el Bara imaginaba, aunque pudo llevarla a cabo gracias algunos “ahorritos”. “No tuve que recurrir a pedir un crédito. A mí parecer, es mejor evitar empezar un negocio con la carga de tener que pagar un préstamo”, dice.
Clientela y proyección internacional
Situado en el madrileño barrio de Malasaña, el trabajo del Bara en True Love Tattoo atrae a todo tipo de clientes, no sólo de Madrid. Muchos vienen a la capital española únicamente para tatuarse con él. “Tengo clientes de Australia, Rusia y de otros países europeos. No es gente que viene de vacaciones y aprovecha para tatuarse, sino que viajan exclusivamente para eso. Casi un 30 por ciento de mi clientela es gente de otras zonas de España y de fuera del país”, asegura el argentino.
La proyección internacional del Bara va más allá. El famoso tatuador también trabaja como invitado en estudios de otros países. “Cada dos o tres meses voy una semana a trabajar fuera, generalmente a Italia, donde tengo mucha clientela”, cuenta. Escocia, Inglaterra, Rusia o Bélgica son otros de sus destinos.
Una exitosa carrera, labrada a base de “trabajo y esfuerzo”. Términos que pierden un poco su significado cuando se hace lo que se ama con libertad y sin autoimposiciones.