Un estudio en Estados Unidos analiza cuáles son las tendencias detrás de los casos de éxito de los emprendedores
En muchas ocasiones, juventud y fama suelen ir de la mano. Más aún cuando se trata de gigantes empresas tecnológicas que se han transformado en un ícono de la nueva economía y cuyos fundadores las crearon cuando eran unos veinteañeros como Bill Gates, Steve Jobs o Marck Zuckerberg.
Casos como estos han contribuido a reforzar el mito de que para crear una startup tienes que ser un joven genio con una idea brillante que revolucionará el mercado y pondrá a Wall Street a tus pies.
Pero una investigación realizada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Estados Unidos, reveló que la edad promedio de un emprendedor exitoso que funda una empresa en el país es de 45 años.
Para llegar a esa conclusión, un equipo de expertos estudió una extensa base de datos con información de la Oficina del Censo estadounidense, separando en grupos los distintos tipos de empresas, su trayectoria desde que fueron creadas y la edad de los pioneros.
Del total de compañías, seleccionaron aquellas que se acercaban a una prototípica startup tecnológica considerando factores como si la firma recibió financiamiento de inversionistas con capital de riesgo, si registró patentes y si una parte importante de sus trabajadores estaban altamente calificados en áreas como ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas.
También consideraron si la empresa estaba ubicada en un centro de innovación como Silicon Valley.
Aquellas que cumplían con esos requisitos fueron analizadas en detalle y resultó que, en promedio, la edad de sus responsables no bajaba de los 40 años.
El rutilante «elixir» de la juventud
Ahora bien, el perfil de los fundadores varía mucho según el tipo de industria. En el caso de las startups dedicadas al desarrollo de software, el promedio de edad es de 40 años. Pero los emprendedores jóvenes también son habituales.
Sin embargo, los jóvenes son menos comunes en mercados como el petrolero, gasífero o biotecnológico, donde la edad promedio es de 47.
¿Por qué entonces pensamos habitualmente que los emprendedores son siempre gente joven? Los investigadores creen que se debe a que tienen una mayor exposición en redes sociales y medios de comunicación.
Porque incluso cuando analizaron al 0,1% de las startups con más crecimiento en sus primeros cinco años, se encontraron nuevamente con que los fundadores, en promedio, iniciaron su aventura empresarial a los 45 años.
Más años, más éxito
«Los emprendedores mayores tienen una tasa de éxito sustancialmente superior», escribieron en un artículo de la revista Harvard Business Reviewlos autores del estudio, Pierre Azoulay, Benjamin Jones, J. Daniel Kim y Javier Miranda.
«Nuestra evidencia apunta a que el desempeño emprendedor aumenta rápidamente con la edad hasta llegar a su punto más alto hacia finales de los 50″. Aunque puede haber muchos factores que expliquen la ventaja de tener más años al momento de iniciar un emprendimiento, detectaron que la experiencia laboral juega un papel determinante.
En general, aquellos fundadores con al menos tres años de experiencia tienen 85% más probabilidades de éxito que los que no habían tenido empleos previos relevantes.
Pero… ¿y qué pasa con Steve Jobs?
Los expertos también analizaron aquellas empresas excepcionales que tuvieron fundadores jóvenes del estilo de Bill Gates, Steve Jobs, Jeff Bezos o Sergey Brin y Larry Page de Google.
En este segmento, encontraron que la tasa de crecimiento de sus firmas (en términos de capitalización de mercado) alcanzó un máximo cuando sus creadores tenían una edad intermedia. Por ejemplo, Apple sacó al mercado el iPhone cuando Jobs tenía 52 años. Y Amazon tuvo una impactante tasa de crecimiento cuando Bezos tenía ya 45.
«Estos destacados fundadores no habrían llegado a su punto más alto cuando eran muy jóvenes», dicen los investigadores.
¿Por qué el capital de riesgo le llega a los más jóvenes?
Aunque algunos inversionistas de riesgo -que se dedican a financiar empresas que están comenzando- pueden estar influidos por las historias de éxito de los jóvenes genios tecnológicos, la razón más probable para explicar sus apuestas es otra muy diferente.
Los expertos creen que muchos capitalistas de riesgo ponen su dinero en aquellas startups que les pueden dar mejores retornos y no necesariamente en aquellos proyectos que tienen un mayor potencial de crecimiento.
«Es posible que los fundadores jóvenes tengan más restricciones financieras que los más experimentados, y que eso los lleve a entregar mayores ventajas a los inversionistas con precios más bajos».
Es decir, que «emprendedores más jóvenes pueden ser un mejor negocio para los inversionistas», concluyen los expertos.