La presidenta de Atrevia asegura que el dinero o el distanciamiento son excusas detrás de la falta de un diálogo fluido que permita sostener una visión común.
La comunicación es clave para la supervivencia de la empresa familiar. Núria Vilanova, la presidenta de la consultora de comunicación Atrevia, lo sabe muy bien. No sólo porque lleva las riendas de su empresa familiar, sino también por los años dedicados a asesorar al mismo estilo de compañías en toda Iberoamérica. Algunas de las mismas plasmadas en su último libro ‘La esencia de la empresa familiar, valores y comunicación’, que presentó el pasado lunes en la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
“A lo largo de los años, hemos trabajado con muchas empresas familiares. Les ayudamos en su estrategia de comunicación, en los procesos de comunicación interna y en las redes sociales. Sin embargo, nos percatamos de que esto no evitaba que surgieran problemas en el seno de la familia que conllevaban a la fractura de las relaciones familiares o al cese de la empresa. Por esto, tomamos la decisión de estudiar a profundidad cómo es el proceso de comunicación dentro de la familia empresaria”, explica Vilanova a IberoEconomía.
Justamente en este proceso de inmersión, de la mano del Titular de la Cátedra de Empresa Familiar del IESE Business School, Josep Tàpies, donde descubrió “historias fascinantes de personas muy valientes. Valía la pena poder compartirlas y la publicación del libro nos pareció la mejor forma”, precisa. ¿Uno de sus grandes descubrimientos?, “que a veces el dinero y las diferencias sólo son una excusa detrás del verdadero problema: la ausencia de una comunicación eficaz que evite que los integrantes de una familia se distancien y que sigan compartiendo una visión común”.
Con los casos de éxito más reconocidos de España y América Latina resumidos en ‘La esencia de la empresa familiar, valores y comunicación’, la presidenta de Atrevia admite que existen tres patrones que se repiten en todos los casos. “Liderazgo, valores fuertes y comunicación en la familia”, sentencia. Un listado al que, en el caso de la consultora de comunicación, habría que sumar dos aspectos más: “la capacidad para involucrar a todo el equipo y evitar caer en la autocomplacencia”.
Eternos emprendedores
Sin temblor de pulso, Vilanova admite que “ser emprendedor consiste en nunca llegar a la autocomplacencia”. No se trata de una frase a la ligera. Al contrario, es la fórmula para evitar la catástrofe empresaria. “Cuando crees que has logrado la meta final. Es así, justo en ese punto, cuanto el proyecto comienza a morir”, explica la también presidenta del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI).
Para evitar que ‘en la casa del herrero haya cuchillo de palo’, Atrevia está constantemente en un proceso de transformación. “La empresa que tenemos actualmente no se parece en casi nada, excepto por los valores y el personal, a la que teníamos hace 10 o cinco años. Siquiera a la que existía en 2017”, afirma. Un proceso de renovación que alcanzará un nuevo peldaño en las próximas semanas con el lanzamiento de su nueva estrategia de comunicación.
Según ha adelantado a IberoEconomía, la empresa dividirá en tres sus áreas estratégicas de cara a los retos que plantea la comunicación moderna. La primera, la propia de agencia, “pero sin espacio para las barreras entre las relaciones con medios e institucionales, las redes sociales y la publicidad. Es inconcebible una comunicación separada”. La segunda área será la de consultoría, “siendo fundamental mantener un diálogo constante con los poderes públicos y a favor de la inteligencia colaborativa”; y, finalmente, la nueva unidad de informática, “ya que el mundo moderno está naturalmente conectado con el Big Data, las plataformas de software y el marketing automation”.
En resumen, “tecnología, creatividad y estrategia son el triángulo de una comunicación efectiva”.
Valentía transfronteriza
Los nuevos esfuerzos en la comunicación deben estar acompañados de valentía. Esa que Vilanova ha visto reflejada en las historias resumidas en la obra ‘La esencia de la empresa familiar, valores y comunicación’ y que han dejado su marca en la memoria de la líder de Atrevia. “Todas las empresas familiares son fascinantes. Me sorprendió especialmente la historia de Roque Benavides en Perú, donde tuvieron el valor de salir a la Bolsa de Nueva York en plena época de Sendero Luminoso”, apunta.
Sin embargo, no ha sido la única que destaca. También admira que Luis Carlos Sarmiento decidiera emprender con 18 años para llevar luz a las partes más peligrosas de Colombia después de haber visto que al director de la empresa en la que trabajaba fue secuestrado y asesinado. Sin pasar por alto uno de las recomendaciones del abuelo de Carlos Slim Domit, “quien les recordaba que el dinero que sale de la compañía se evapora, por lo que es necesario confiar en el proyecto e invertir tanto en los buenos momentos como en los más difíciles”.
Vilanova, que recomienda la lectura del libro tanto a fundadores de empresas familiares como a directivos de empresas no familiares, reconoce que el gran reto a futuro para las empresas que nacen en el núcleo del hogar es “mantener el espíritu emprendedor dentro de la organización. Dinamitar el confort, la pereza y el estatus quo para aportar la frescura y el compromiso de volver a empezar”. De lo contrario, se corre el riesgo que “cuando el emprendedor se convierte en rentista, a mí entender, empiezan los problemas más serios de las empresas familiares”, sentencia.