La cafetería situada en Tres Cantos combina la pasión por los cereales “de las películas” con el ‘realismo mágico’ de su café de origen.
Un joven corre hasta la mesa. Se sienta apresurado y arrebata una caja de cereales de las manos de su hermano menor. Con un movimiento ágil, deposita las piezas de colores en su bol y los baña con leche. El desayuno está servido y el tradicional autobús amarillo del colegio está por llegar. Esta imagen, recreada miles de veces en el cine norteamericano, se ha convertido inconscientemente en una nueva oportunidad para los emprendedores. En especial, para aquellos que han entendido que hay muchas personas que han soñado toda su infancia con tomarse unos cereales al estilo de Matilda o de Querida encogí a los niños.
Aunque no todos descubran sus poderes mentales frente a sus cereales o estén nadando en ellos, sí son muchos los que acuden semanalmente a M&M Café Cereal para disfrutar de la experiencia de probar tanto las marcas tradicionales como aquellas que, hasta el momento, sólo habían visto en la gran pantalla. Un fenómeno que, durante los últimos años, ha venido aumentado su demanda entre los madrileños.
“El ‘boom’ de la venta de los cereales coincidió con la apertura de nuestra cafetería, así que decidimos incorporarlo como un gancho. Ahora, en el municipio de Tres Cantos, ya nos conocen como ‘el local de los cereales’”, bromean sus fundadores, Mario Valderrama y Milena Pianeta, con IberoEconomía. Con siete meses de trayectoria, M&M Café Cereal no sólo se ha limitado a estos productos, sino que ha aprovechado las raíces de sus creadores para ofrecer uno de los productos de origen más reconocidos: el café de Colombia.
A través de un ambiente familiar, la pareja reconoce que están a favor de la innovación constante. “Estamos todo el tiempo buscando qué cosas nuevas podemos incorporar o qué valor añadido ofrecer a nuestros clientes. Algo que, en caso de estar vinculados con una franquicia, no podríamos hacer”, apuntan.
Sueños de azúcar
Los caminos de Mario y Milena no se cruzaron hasta estar en Madrid. En Colombia, ella tenía sus raíces en Barranquilla (donde se formó en Administración de Empresas) y él en Bogotá (donde estudió Ingeniería Medioambiental); sin embargos, ambos tenían un dulce sueño en común: emprender en su propio negocio. Ahora, con 18 años en la capital española, la pareja se decantaron por la hostelería, un sector con el que tenían tanto experiencia como ganas de incursionar.
“Al inicio intentamos realizar los trámites a través de una franquicia. Sin embargo, todas las puertas se fueron cerrando. Era como si algo insistiera en que ese no era el camino e, incluso, nos negaron la financiación del proyecto”, recuerda Milena. Sin embargo, toda la suerte cambió en el momento en que decidieron hacer el proyecto por cuenta propia. “De la noche a la mañana todas las opciones empezaron a estar abiertas, encontramos el local y nos otorgaron la financiación”, afirma.
Con un estudio de mercado propio que les llevó a probar todos los café de la zona, la pareja de emprendedores colombianos destinaron una inversión inicial estimada en unos 500.000 euros y se volcaron con el púbico de Tres Cantos, un municipio que destaca por su población joven, poder adquisitivo y pequeña tasa de desempleo. “Tenemos, además, la ventaja de tener un parking público muy cerca que permite que todas las personas nos visiten con plena comodidad”, reconocen.
A M&M Café Cereal le han bastado estos últimos siete meses para saber que una de las claves para el éxito está en la capacidad para ser flexibles. “Nos gusta poder sumar la innovación que consideremos estratégica, así como la opción de no estar casados con ningún proveedor, lo que nos permite trabajar con aquellos que nos ofrecen los productos de mejor calidad”.
Los inicios, no obstante, resultan difíciles. “El mayor reto que hemos tenido que afrontar ha sido el económico e intentar lograr la rentabilidad del establecimiento. Asimismo, el mantener a la clientela contenta para fidelizarla”, apuntan. Aunque aún es pronto para las grandes estimaciones, la pareja caribeña asegura que “no descartamos la apertura de otros establecimientos bajo modelo propio, ya que hasta ahora no nos convence el sistema de las franquicias”.
A la espera de ver a M&M Café Cereal llegar al siguiente nivel, sus fundadores siguen cada día disfrutando al ver cómo sus clientes más jóvenes se sienten protagonistas de películas o, incluso, como aquellos más ‘seniors’ viven una segunda infancia.