Johanna Moreno promueve los hábitos saludables de alimentación desde su consulta en Madrid a sus pacientes en Estados Unidos y Latinoamérica.
Johanna Moreno tenía clara su vocación: ayudar a los demás. Una pasión que le llevó a estudiar Oftalmología en Colombia. Con el título en su mano, abandona su tierra natal para comenzar a ejercer en Estados Unidos, una experiencia que duró cuatro años, ya que decidió volver a su país tras decepcionarle la profesión. “No compartía los valores de un modelo de trabajo centrado en la producción y no en el paciente”, afirma la colombiana a IberoEconomía.
Aunque durante una época ejerció como odontóloga y nutricionista a la vez, finalmente se decantó por la Nutrición, “ya que es lo que me hace más feliz”. Como fiel defensora de la humanización sanitaria, Moreno asegura que “con los pacientes comenzamos desde lo más básico y vamos cambiando los hábitos de forma gradual. No es cuestión de prohibir alimentos, sino de enseñar a comer de una forma equilibrada”. Un tratamiento que, según explica, ya muestra resultados a los 40 días.
Con su balanza y cinta de medición en la maleta, la joven colombiana se muda a Madrid. Desde su llegada en 2016, ha trabajado en su proyecto profesional, NaturalForma. “Venir a España fue un reto. Pero tuve la suerte de contar con pacientes desde el primer día, ya que muchos de los que me conocían de Colombia o Venezuela ahora viven en la capital española”, reconoce. Después de un año y medio en el país europeo, Johanna afirma que su cartera de clientes es mucho más variada y puede determinar ciertas tendencias como que “el español consume mucho pan y alcohol», pero es recomendable volver a la dieta mediterránea”.
La nutricionista explica que no es una labor imposible, ya que en España “hay una cultura gastronómica a favor de tomar mucho agua, tomar una pieza de fruta de postre y consumir verduras locales o de temporada”. En este sentido, sólo ha percibido que, durante los años de la crisis económica, “aumentó el consumo de alimentos precocinados por ser más económicos, aunque son de peor calidad nutricional”.
‘Telenutrición’
La distancia no ha sido un problema para Moreno y sus pacientes en América Latina. Por el contrario, la colombiana afirma que “mis pacientes de España y América siguen disfrutando de planes de alimentación personalizados. Por ejemplo, la clínica de Caracas sigue funcionando a pleno rendimiento, lo que permite que NaturalForma ofrezca su servicio personalizado a ambos lados del Atlántico”.
El uso de las nuevas tecnologías ha sido clave en este proceso. A través de Skype y de otras aplicaciones móviles, Moreno afirma que está en contacto directo con “más de 4.000 pacientes entre España, Colombia, Venezuela, México, Estados Unidos, Panamá y Perú”.
Lejos de conformarse, Moreno prevé abrir una nueva sede de NaturalForma en Brasil a lo largo de 2018. Un proceso de expansión que no sólo apunta a Latinoamérica, sino que incluirá “un nuevo centro en Barcelona”. Su meta es llevar una fórmula para reajustar los hábitos de alimentación a la mayor cantidad de mercados, apostando por los beneficios de la dieta mediterránea y fomentando que “se invierta la tendencia generada en los últimos años, donde el 30 por ciento del presupuesto personal se gasta en alimentación fuera del hogar”.
La joven colombiana ha encontrado en las dietas equilibradas y el uso de las tecnologías una fórmula empresarial para estar presente en España, Estados Unidos y América Latina. Una presencia que seguirá creciendo, mientras cumple con su vocación: ayudar al bienestar de los demás.
