De hecho, en los últimos diez años, la brecha entre el coste que soportan los autónomos por el pago de sus seguros sociales de España en comparación con otros países de nuestro entorno no ha hecho más que aumentar.

Las diferentes normativas en materia laboral y de protección del trabajador autónomo han provocado un aumento de la cuota de autónomos hasta llegar hasta los casi 300 euros actuales, con un aumento cercano a los 500 € anuales en tan solo diez años.

Sin embargo, esta contribución tiene una contraprestación directa para el trabajador: más y mejores coberturas sociales.

La base de cotización tiene una relación directa con la cuantía de las prestaciones recibidas.

Así ocurre con las contingencias comunes, como el permiso de maternidad o paternidad, la incapacidad temporal y, por supuesto, la jubilación que cobras como autónomo. Cuanto mayor sea las bases mínimas, mayores serán también las coberturas.

La última reforma añadió dos coberturas obligatorias: el cese de actividad (el paro de los autónomos) y contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales).

Desde 2019, todos los autónomos estarán obligados a cotizar por ellas (antes eran opcionales), recibiendo la contraprestación correspondiente en caso necesario.

La próxima reforma del RETA, que introducirá la cotización por ingresos reales, modificará de manera significativa esta evolución, ya que los autónomos empezarán a cotizar según su nivel de beneficios.

Pero está por ver si finalmente se aplica y en qué condiciones. Por el momento, los trabajadores seguirán teniendo que soportar aumentos sucesivos de cuotas de autónomos, al menos mientras siga el criterio vigente.

¿Cómo ha evolucionado la cuota de autónomos?

La cuota mínima que tienen que pagar todos los autónomos ha experimentado un gran crecimiento en los últimos 10 años.

Así, mientras en 2012, la cuota era de 253,35 € al mes para una base mínima de cotización al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de 850,20 €, en 2021 esta cuota ascendía hasta los 288,98 € al mes.

Es decir, en diez años, la cuota ha aumentado 35,63 € al mes, o lo que es lo mismo 427,56 € al año. Esto representa un aumento porcentual del 15%. La evolución durante este periodo ha sido la siguiente:

Aumento de las bases de cotización

La cuota ha subido por dos motivos. El más habitual es el aumento en las bases de cotización, especialmente la mínima, aprobada en los sucesivos Presupuestos Generales del Estado de cada año.

Además, la Disposición transitoria segunda del Real Decreto-ley 28/2018, de 28 de diciembre, para la revalorización de las pensiones públicas y otras medidas urgentes en materia social, laboral y de empleo, elevó los tipos de cotización de los trabajadores autónomos para incluir la cotización por contingencias profesionales y el cese de actividad como coberturas obligatorias.

Este incremento en la cuota ha sucedido entre los años 2020 y 2021, incrementando el tipo de cotización al 30,6% desde el 29,80% vigente hasta 2019. Eso sí, la subida de 2020 se pospuso hasta octubre de ese año, a pesar de que su entrada en vigor estaba prevista para el 1 de enero.

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