Con únicamente 500 dólares en su bolsillo, esta joven de 26 originaria del Bronx fundó su propia marca llamada Kin Apparel. Durante este año ha conseguido una facturación de 355.000 dólares en ventas.
Al ser una joven muy autoexigente, sufría estrés y su pelo se le empezó a caer. Es por lo que decidió cortarse toda su melena al cero de la noche a la mañana.
Según le iba creciendo poco a poco de forma natural, contó necesitaba proteger su cabeza del frío al estar completamente a la intemperie.
«Me di cuenta de que siempre me ponía una bufanda antes que una sudadera para luego subirme la capucha», comentó la emprendedora en Shark Tank, un programa de la televisión americana ABC y que recoge la CNBC. Este formato se basa en cazar emprendedores llenos de talento.
«Un día me dije, ¿sabes? Voy a empezar a fabricar capuchas con un forro por el cuello y capucha». Con únicamente 500 dólares en su bolsillo, unos 430 euros,esta joven de 26 originaria del Bronx fundó su propia marca llamada Kin Apparel.
Durante este año ha conseguido una facturación de 355.000 dólares en volumen de ventas, unos 304.000 euros.
Además, su capucha se adapta a numerosos tipos de peinados. La firma de reciente creación también confecciona fundas para almohadas, gorros, sombreros de pescador y gorros con los mismos materiales.
«Tuve en cuenta a las chicas de pelo rizado que no pueden encontrar una capucha lo suficientemente grande que se adapte a su cabello», detalló durante el programa. «O a los chicos con rastas que siempre las limpian evitando que se formen bolas de pelusa en su pelo».
Junto con las grandes de la moda
Emma Grede, una de las ‘influencers’ de moda del momento en Estados Unidos, mostró especial interés por Kin Apparel en el mismo plató.
La también fundadora y directora ejecutiva de la marca Good American y socia de la línea de ropa SKIMS de Kim Kardasian, confesó que lo que más le llamó la atención fue su historia personal. Es por lo que decidió participar con el 30 % del capital social de su empresa.
«Ahora muchos minoristas buscan mujeres emprendedoras negras para sus negocios», subrayó Grede. Asimismo, uno de los puntos fuertes de la nueva marca es el target de audiencia al que se dirige, «una enorme oportunidad».
El impacto de Kin Apparel, en gran medida gracias a las redes sociales, ha hecho que Kane ya cuente con casi 200.000 suscriptores en su canal personal de YouTube. Allí a través de varios vídeos la protagonista de esta historia va narrando el viaje que ha hecho de la mano de su pelo. Además, da consejos de belleza a mujeres negras para ayudarlas a adaptar poco a poco su cabello natural. De igual forma, cuenta con un gran número de seguidores en otras redes sociales como Instagram o Tik Tok. A pesar de la gran popularidad de la que goza Philomina Kane nunca aparcó el crecimiento de su negocio.
Kane fue criada por su abuela en Ghana y sus padres no siempre aprobaron su abrupto cambio de carrera. Antes de lanzarse a por todas con Kin Apparel, Kane tenía pensado estudiar en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y dedicarse al mundo de la medicina. «Recibí muchas críticas de mi familia por ello», confesó. “He de reconocer que una de las mayores habilidades que puede tener un emprendedor es saber lo que puede y no puede hacer”.
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