La hermosa historia de lucha y autosuperación detrás del hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, dueño de Amazon.
Con 16 años, sin saber ni una palabra de inglés y destinado a ser un refugiado. Esa es la historia de muchos de los latinoamericanos que llegan a Estados Unidos en busca de una vida mejor y es también la del padre de Jeff Bezos, considerado el hombre más rico del mundo.
En un momento en el que la inmigración es objeto de un intenso y polémico debate en el país, Bezos decidió publicar un video contando la historia de su padre adoptivo para celebrar «su» estrella: la que llevará su nombre a partir de ahora en la Estatua de la Libertad de Nueva York.
La pasada semana se inauguró el nuevo museo de la emblemática dama estadounidense con aportación del fundador de Amazon, entre otras donaciones, según informaron medios estadounidenses.
«Como refugiado, cuando abandonas tu país, siempre piensas que puedes volver. Soy Miguel Ángel Bezos y nací en Cuba«, así arranca el video que publicó Bezos en redes sociales y que cuenta el recorrido de su padre desde su despedida de la isla hasta su llegada en avión a EE.UU. y sus éxitos en su nuevo país, una historia que es parte de la que se muestra en el museo.
«Cuando vino aquí desde Cuba a los 16 años, no solo estaba solo, sino que solo sabía español. Su coraje, determinación y optimismo son inspiradores«, relató Bezos en Twitter a modo de presentación del video.
La publicación de las imágenes coincidieron con el anuncio del plan migratorio propuesto por el presidente Trump, que prioriza a candidatos altamente cualificados y con buen inglés, en detrimento de aquellos que tienen familia en el país.
Con una chaqueta hecha de paños de limpieza
Miguel Ángel o «Mike» Bezos nació en Santiago de Cuba, y creció con sus padres, su hermano, su hermana, y los numerosos primos que llegaban de otras partes de la isla para estudiar en su ciudad, tal y como explicaba él mismo en una entrevista que concedió al Museum of American History en 2016.
Su padre era empresario, «sin educación formal pero con una mente tremendamente emprendedora». Poseía un aserradero, que aparece en el video distribuido por Amazon con el nombre de la familia.
Y su madre tenía una tienda que vendía ropa de bebé y telas. Su situación empezó a cambiar con la llegada de Fidel Castro al poder.
«Mis padres apoyaban inicialmente a Castro. Había poca gente en Cuba que no lo hiciera en ese momento, la mayoría quería deshacerse de (Fulgencio) Batista», recordaba en la entrevista con el Museum of American History.
Pero tras el éxito de la Revolución cubana y la salida de Batista, fueron cambiando de opinión, especialmente tras la expropiación del aserradero de la familia, cuenta.
«Más o menos en ese momento, las escuelas estaban siendo cerradas y reabrieron con un nuevo currículum para reflejar la historia comunista, socialista. Mi familia decidió sacarme de la escuela y comencé a trabajar con mi padre hasta que su empresa fue nacionalizada. Fue la génesis de la idea de sacarme de Cuba», explicó en la mencionada entrevista, publicada en la página web del museo, administrado por el Instituto Smithsonian.
Miguel Ángel acabaría siendo uno de los 14.000 niños enviados a Estados Unidos como parte de la Operación Pedro Pan de la década de los 60.
Cuando no pasaban ni dos años del triunfo de la Revolución, algunos padres cubanos temían lo peor para sus hijos en el nuevo régimen, explica el periodista de BBC Mundo Luis Fajardo en un documental que elaboró sobre este capítulo de la historia reciente de Cuba.
«Rumores, que según algunos comentaristas fueron alimentados por la CIA estadounidense, advertían que el gobierno comunista de la isla planeaba asumir la custodia de los niños, enviando a muchos de ellos a la Unión Soviética para su adoctrinamiento, algo que nunca ocurrió en la realidad», ahonda Fajardo.
En ese contexto, se materializó una red clandestina de contactos entre familias que lograron enviar a Estados Unidos a sus hijos para alejarlos de lo que «veían como el peligro inminente del comunismo».
«A mis padres no les permitieron entrar conmigo al aeropuerto, así que me dejaron ahí. Subí a un avión y aterricé en Miami 45 minutos después. Recuerdo que todo el mundo en el avión comenzó a aplaudir», recuerda Miguel Ángel en el video compartido por su hijo Jeff Bezos.
Poco pudo llevarse consigo de su tierra: tres camisetas, tres pantalones, un par de zapatos y una de las posesiones más valiosas que actualmente sigue conservando, la chaqueta que le hizo su madre.
Pensando que en Estados Unidos pasaría frío, rememora el fundador de Amazon, la madre de Miguel Ángel le hizo una chaqueta para que su hijo fuera abrigado: fue fabricada con paños de limpieza, dice Bezos en el video en el momento en el que se muestra una imagen de la prenda, de color azul y que se asemeja a una chaqueta de algodón.
Un campo de refugiados y una beca estudiantil
A su llegada, Miguel Ángel fue trasladado a un campo de refugiados en Florida, el Campo Matecumbe, que acogía por entonces a alrededor de 400 niños, según su relato.
Tras ello, consiguió una beca para refugiados cubanos y fue enviado a Wilmington, Delaware, donde comenzó la escuela secundaria junto a un primo que también había sido enviado a Estados Unidos, todavía con un nivel muy bajo de inglés.
«Aprendes muy rápido un idioma cuando estás inmerso en él. Mis notas mejoraban trimestre a trimestre», recuerda el padre de Bezos.
«No había mucho sentimiento contra los refugiados o la inmigración en ese momento, pero obviamente siempre te encuentras con algunos sentimientos negativos (hacia ti). Uno de mis amigos fue el único cubano en el equipo de fútbol de la escuela secundaria y se hizo muchos amigos estadounidenses. Nos enseñó mucho sobre la forma de vida estadounidense».
Tras ello, Bezos logró una beca de estudios para entrar en la Universidad de Alburquerque en Nuevo México, donde conoció a la madre de Jeff, Jackie. Ambos se acabarían casando y Miguel Ángel decidió adoptar a su hijo, Jeff.
Se graduó en matemáticas, aunque estudió también ingeniería mecánica, y logró un trabajo con la mayor petrolera estadounidense, Exxon Mobil, en Texas.
A partir de ahí y durante unas tres décadas, Bezos ocupó diversos puestos de ingeniería y de gestión en Estados Unidos y en el extranjero, una carrera de desplazamientos que compartió con su mujer y los tres hijos que acabarían teniendo.
Para el fundador de Amazon, el viaje de su padre a Estados Unidos «muestra cómo la gente se une para ayudarse». Para Miguel Ángel, es prueba de lo «increíble».
«Echo la vista atrás y… vivo el sueño americano desde hace 30 años. Es algo realmente extraordinario».