La Hacienda Pública va a multar a los trabajadores autónomos cuando estos no cumplan con sus obligaciones tributarias como, por ejemplo, el IVA trimestral o el IRPF. La Agencia Tributaria será el organismo encargado de recaudar por los bienes que tienen estas personas físicas, de ahí su vital importancia para que no haya ningún error. Por ello, se ha visto obligada a avisar a los contribuyentes con empresa propia.
A diferencia de los asalariados, el trabajador por cuenta propia tiene que ser proactivo a la hora de contabilizar y documentar toda su actividad laboral en materia de impuestos. Esto no es más que un paso en el procedimiento a realizar, lo que supone una traba para el autónomo que tiene que dejar sus labores para dedicarse a los deberes de la administración pública tributaria.
A pesar de esta situación, la mayor recomendación que deberá hacer el trabajador por cuenta propia es ponerse en manos de expertos administrativos, como asesores o gestores, para que les lleven las cuentas de la empresa sin problema. Aun así, los errores que se van a detallar a continuación van a ser considerados leves, por lo que la cuantía de la multa nunca será superior al 50% de lo que se dejó de ingresar.
Estos son los errores más frecuentes de los autónomos con Hacienda
Los trabajadores autónomos no pueden estar al margen de todas las cuestiones que les afectan en materia tributaria. Hay una lista de seis errores bastante comunes que cometen los trabajadores por cuenta propia y por los que Hacienda no se muestra intransigente. Corresponden con los siguientes:
No diferenciar entre cuenta bancaria profesional y personal
Esta confusión va a provocar errores garrafales frente a la Agencia Tributaria. Por desconocimiento, muchos autónomos utilizan una misma cuenta bancaria tanto para su vida personal como profesional. ¿Qué provoca esta situación? Pues que se deriven infinitos problemas de contabilidad y de justificación de movimientos bancarios y financieros.
Al usar la misma cuenta para todo, a pesar de estar detallado cada movimiento bancario, es muy fácil perder el hilo de las entradas y salidas de los correspondientes ingresos y gastos de la actividad laboral que se desarrolla. Por ello, el consejo de Hacienda es que se empleen dos cuentas diferentes y así tener un orden y control del dinero y de las cuestiones que se pueden desgravar.
No conservar el justificante de todos los ingresos y gastos
Otro problema derivado del anterior es el desorden que se produce en cuanto a los justificantes de los ingresos y los gastos. Los trabajadores autónomos suelen guardar las facturas para, posteriormente, ser desgravadas en el IVA trimestral o al tributar el IRPF. Si no se lleva un orden exhausto de todos los movimientos, será imposible no cometer ningún error al no tener con qué justificarlos.
Suele ocurrir que muchos trabajadores por cuenta propia piensan que los movimientos más pequeños no son susceptibles de ser registrados. Sin embargo, cuando Hacienda se da cuenta del error, permite al profesional que lo resuelva rápidamente.
Errores en la transcripción de datos contables
He aquí la importancia de tener un gestor y un asesor fiscal. Los trabajadores que ejercen su labor como personas físicas están obligadas a llevar la contabilidad empresarial para, después, presentarla a la administración pública tributaria. Cuando hay errores en algunos de los datos, se pueden enfrentar a las multas de Hacienda.
Al igual que la anterior, no hay que entrar en pánico. Si en el tiempo estipulado se envía un formulario de rectificación, la Agencia Tributaria lo va a tomar como una equivocación y no tendría que hacer frente a la cuantía económica de la infracción.
No diferenciar entre gasto e inversión
Los autónomos no tienen por qué saber términos tan técnicos y, aunque a primera vista, parecen conceptos que todo el mundo sabe, no es así. El problema de esta cuestión recae en el dinero utilizado.
Cuando está destinado a realizarse una compra como bien de consumo, se estaría realizando un gasto. Sin embargo, cuando se destina a comprar algo que generará beneficio en un periodo de tiempo, se estaría efectuando una inversión. En este último caso, pasaría a formar parte del activo del negocio, por lo que no se declarará de la misma forma.
Devengar de forma incorrecta las amortizaciones
¿Esto qué quiere decir? Pues que lo autónomos que no contabilicen correctamente su factura como bien de inversión o no registren una amortización, es decir, una cuantía superior a la que corresponde, serán multados por este organismo público. El motivo no es otro que el resultado contable es inferior al correcto.
Para solucionar este problema, lo fundamental es identificar cuáles son las facturas que se han registrado incorrectamente.
Deducir de forma errónea los recibos bancarios
Todo trabajador por cuenta propia deberá saber que es necesario solicitar en el banco o caja de ahorros donde se encuentra la cuenta bancaria un documento que acredite todos los ingresos y gastos, por ejemplo, el de la cuota de autónomos o la prima de seguros. Ambos se pueden deducir.
Un ingreso de este tipo o una transferencia que no esté correctamente deducida puede ser motivo suficiente para que Hacienda no dude en imponer una multa o sanción. Sin embargo, no suele ser algo muy común porque las entidades bancarias y la Agencia Tributaria están siempre en continuo movimiento.