Aida Vivanco reconoce que “explotó una bomba muy cerca de mi casa en Lima”, por lo que buscaron una nueva vida en España, donde han revolucionado el sector de la comida peruana.
La explosión sacudió toda la casa. Los cristales temblaron, se encendieron las alarmas de los coches y la sensación de desorientación hacía más difícil comprender qué había sucedido. Aida Vivanco fue testigo de una de las explosiones que azotó a la ciudad de Lima durante los duros años de la lucha contra el terrorismo de Sendero Luminoso. «La explosión fue muy cerca de mi casa. El miedo a que nos pudiera pasar algo fue el principal impulsor para tomar las maletas y probar suerte en otro país», ha asegurado a IberoEconomía.
Han pasado 30 años desde su llegada a Madrid. Aida, sin embargo, recuerda con nitidez lo vivido en esos días. «Llegamos a España porque mi esposo tenía una oportunidad laboral. Estaba creciendo en la capital un despacho de abogados de origen peruano y, como él es informático, le llamaron para que ser el encargado de todo el desarrollo del área informática de la empresa«. Una época durante la que la colonia peruana en España era mucho menor, «imagina que sólo había dos restaurantes de comida peruana en toda la ciudad», matiza.
Con el paso de los años, y la contracción de la economía española, Vivanco comenzó su proceso de emprendimiento a través de ‘Perú Mucho Gusto’. Una marca que se ha especializado en la comida tradicional, pero que ha dado un salto significativo a través del uso de los ingredientes folclóricos en recetas adaptadas para un público vegano y vegetariano. «Nos hemos especializado en los platos vegetarianos, donde la quinoa y los productos ecológicos son fundamentales para lograr un alimento sano, de calidad y sabroso», explica la emprendedora peruana.
‘Perú Mucho Gusto’, que ha estado presente en el Festival de las Naciones celebrado en El Matadero de Madrid, está constantemente conquistando el paladar de los españoles en distintas comunidades autónomas. Una misión que puede cumplir gracias al uso de su FoodTruck, «con el que hemos ido a Vitoria, Santander, Sevilla y otras tantas ciudades de España«, puntualiza. «Cada localidad es muy distinta entre sí. Por ejemplo, en Santander nos sorprendió la buena aceptación del Anticucho (una brocheta elaborada con corazón de ternera), mientras que en otras localidades han preferido platos más reconocidos como el ceviche», cuenta Aida.
La emprendedora, que cuenta con el apoyo constante de su familia en el proyecto gastronómico, ha asegurado que tienen una gran exposición por medio de distintos eventos (algunos organizados por la propia Embajada de Perú), así como festivales de música y ferias bioculturales. «Con mis 70 años aún estoy frente a la cocina para llevar los mejores productos, así como para innovar a través de los que consideramos nuestros platos estrellas: La hamburguesa y las croquetas, pero elaboradas con quinoa».
Una receta que «fuimos los primeros en crear dentro de España», por lo que espera que se conserve en el cambio generacional de la empresa. «Cuando ya no pueda cocinar, mis hijas están preparadas para tomar las riendas del negocio. Así como para dar un paso más allá y comenzar el proceso para la industrialización en la producción de hamburguesas de quinoa por todo el mundo«.