El coronavirus y la debacle que ha originado en la economía mundial no parece ser el mejor escenario para emprender y crear nuevas empresas.

Sobre todo cuando la propia crisis está arrastrando al cierre a miles de negocios. Aun así, hay quien se anima a emprender, desafía la incertidumbre o los pronósticos desfavorables y se embarca en un proyecto empresarial.

Es el caso de Yeray Monforte que, tras pedir un pequeño crédito y reformar un local, el 12 noviembre abrió junto a sus socios «Badcompany 1920», una coctelería inspirada en la ley seca estadounidense y los bares clandestinos de los años 20.

Junto a sus dos socios consiguió un alquiler con cláusulas especiales. “Si nos vuelven a confinar, pagaremos el 50% del alquiler y un 75% si hay restricciones horarias”, explica.

Tras el vértigo inicial, Monforte hace un balance positivo de estos meses. Su bar se sitúa en un sótano en pleno centro de Madrid y no dispone de terraza. No es un problema para los clientes que acuden.

“El negocio va muy bien, normalmente el martes completa las reservas para todo el fin de semana”, afirma. Garantizan la seguridad del establecimiento con sistemas de ventilación, distancia personal y controlando aforos. Además, las medidas implementadas en la hostelería madrileña han jugado a su favor: “En Madrid somos unos privilegiados, somos la única capital europea abierta hasta las 23.00 y los que menos restricciones hemos tenido de toda España”, reconoce Monforte.

El empresario tiene claro que su idea está funcionando por el trato diferenciador que dan al público y cree que el futuro de la hostelería pasa por la gestión económica pero también social. “En estos tiempos tan difíciles, se van a quedar los negocios que sean capaces de dar un extra de cariño hacia el cliente”, concluye.

“En estos tiempos tan difíciles, se van a quedar los negocios que sean capaces de dar un extra de cariño hacia el cliente”.

El retroceso en la creación de empresas ha sido generalizado, pero algunos sectores aumentaron ligeramente. Es el caso del comercio, la alimentación o la agricultura. Esta última pasa del 2,71% en 2019 a representar el 3,13% de las nuevas sociedades en 2020.

Un ejemplo de éxito en este campo es Antonio Punzano. En abril, decidió crear una tienda online para vender cordero de la sierra de Cazorla, procedente de su cooperativa ganadera.

“Teníamos mucho producto y necesitábamos darle salida. Era reinventarse o morir”, recuerda. Al principio dudaron por las complicaciones que presenta la distribución de un producto como es el cordero. Ahora, no pueden estar más satisfechos: “Nos ha ido perfecto y empezamos sin saber nada pero ahora enviamos cordero jienense a toda España”, nos dice.

El comercio online fue la tabla de salvación para su cooperativa, que mantenía en ERTE a toda la plantilla. “Con la tienda no solo recuperamos a todos los trabajadores sino que además tuvimos que contratar a más gente para hacer frente a la cantidad de pedidos”, revela.

La creación de empresas cae en 2020

El tejido emprendedor ha sufrido directamente los estragos de la crisis. El Covid-19 ha frenado en seco el emprendimiento en España y ha hecho retroceder la creación empresarial hasta niveles de hace una década, según recoge el Anuario Mercantil 2020 del Colegio de Registradores.

La constitución de sociedades en el año de la pandemia disminuyó un 15,5% respecto a 2019 hasta situarse en 80.134 nuevas empresas. Negocios que, a pesar de las restricciones a la movilidad, los cierres perimetrales o las limitaciones horarias, decidieron iniciar su andadura.

Un año más, el 44,7% de las nuevas empresas se reparten entre el comercio y otros servicios. Un 9,4% corresponde a la hostelería, frente al 10,4% que representaba el año anterior. La caída, sin embargo, no refleja el desplome de facturación de los hosteleros durante el pasado ejercicio.

Proyecto de ley para impulsar los que quieran emprender

El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital trabaja ya en una nueva ley que impulse la creación de nuevas empresas. El objetivo, señalan fuentes del Ministerio, es favorecer el crecimiento empresarial en España, reducir obstáculos, agilizar trámites, dotar de financiación y mejorar la competitividad.

Se plantean, entre otras medidas, la eliminación del capital social mínimo legal para constituir una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL); la creación de una empresa de forma enteramente digital y la eliminación de barreras a la entrada en determinadas actividades económicas.

Asimismo, se contemplan medidas para reducir los obstáculos al crecimiento y para luchar contra la morosidad comercial.

El proyecto se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno. En estos momentos se encuentra en proceso de consulta pública, abierta hasta el 19 de marzo, el paso previo para elaborar un anteproyecto de ley que impulse la creación de nuevas empresas.

Tras recabar sugerencias, el texto se elevará a audiencia pública y después se debatirá en el Congreso de los Diputados, previsiblemente en el segundo semestre de este año.

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