El argentino Matías Roure afirma que su futuro está en el programa de Cuatro, aunque no reniega de su pasión por la interpretación en musicales, telenovelas e incluso producciones de la gran pantalla.
Una joven entra al ‘bar del amor’. Sonríe con la esperanza de encontrar a su pareja ideal entre las cámaras de ‘First Dates’. Un poco nerviosa, se aproxima hasta la barra y pide un mojito. Una de las especialidades de Matías Roure, el carismático argentino que hace de bartender en el programa que cada noche se emite en Cuatro. Ambos intercambian unas breves palabras a la espera de la que será su cita a ciegas. Coctelera en mano, Matías aprovecha el tiempo para conocer un poco más acerca de la invitada y menguar entre el hielo, el azúcar y el ron esa tensión inicial de lo que está por llegar.
Con el ingenio que caracteriza al barman, Matías se desenvuelve con soltura en cada una de las citas. “Me ha ayudado tener una personalidad extrovertida, pero también estar junto a Carlos Sobera, ya que es una cátedra de la televisión”, reconoce a IberoEconomía durante su entrevista en el madrileño local Fox Cook & Sound. Matías reconoce que cada día es un aprendizaje nuevo y trata de absorber todos los conocimientos posibles en la que es su primera experiencia en un programa de televisión.
Su inquietud no es nueva. Matías llegó a España un 17 de noviembre, de hace ya 13 años, con el objetivo de superarse. Sus primeros pasos fueron en Alicante, donde trabajó en el sector del Entrenamiento y Nutrición, área que conoce desde los 16 años. “Es una actividad que disfruto mucho. Soy feliz haciendo deporte y ayudando a los demás durante su preparación física”, matiza.
La ciudad de Alicante le permitió también desarrollar su faceta como bartender. Sin embargo, con el deseo de llegar más lejos, se muda a Madrid. “En las grandes ciudades siempre hay que estar en continuo movimiento, por lo que hay que tocar el mayor número de puertas posibles para destacar”, aclara. En su caso, apostó por sacar provecho de su atractivo físico para participar por primera vez en el mundo de la moda y la publicidad.
“Siempre me vi un poco en el mundo de la televisión, pero no quería hacer lo mismo que se venía haciendo”; es decir, quería desvincularse del perfil típico de programas como ‘Mujeres, hombres y viceversa’. Su primer casting lo recuerda al detalle. No sólo porque le acompañó su madre para ver si daban el perfil de ‘Quién quiere casarse con mi hijo’, sino también porque conocería a Martín, un chico argentino que años después sería su llave de entrada a los platós de televisión.
A la espera de su oportunidad en la televisión, Matías se volcó en el entrenamiento personal y lo compaginó con la participación en eventos de coctelería y arte culinario. “Reconozco que tengo una pasión por la cocina”, confiesa el barman, quien afirma que sus mejores platos son “las pizzas caseras al estilo argentino, el asado, la barbacoa e, incluso, las lentejas. Aprendí mucho de mi madre, tanto que puedo condimentar los alimentos a ojo”.
Durante su presencia en eventos, Matías coincidió varias veces con su amigo Martín, que siempre le decía: “a ver cuándo te veo en la televisión”. “Al escucharle no podía evitar sonreír y decirle que tenía más fe en mí que mi propia madre”, bromea. Pero esa frase terminó por ser profética a finales de 2015, cuando Matías graba el piloto de ‘First Dates’ por recomendación a la directora del programa del propio Martín. “Era el segundo casting que hacía y, por algún motivo, me sentí muy cómodo. Incluso al salir llamé a mi madre para decirle que estaba convencido de que me llamarían”.
En efecto, desde la productora contactaron con él y su destino empezó a cambiar.
Un coctel para el amor
De las personas escogidas en el casting del programa piloto, Matías fue el único que permaneció en el equipo. “Cuando me dijeron que el programa iba a ser conducido por Carlos Sobera lo tuve que buscar en Google, ya que soy pésimo con los nombres. Pero al ver quién era, ya supe que el programa sería un éxito total”. Mientras conocía a sus nuevos compañeros, el argentino también tuvo que demostrar sus habilidades para la improvisación, esas que serían tan necesarias en las jornadas de 10 horas de grabación.
Matías se siente afortunado de estar en el “programa más natural de la televisión”. Un proyecto que “surge en el momento ideal, justo en pleno auge de las redes sociales que están destinadas a ligar” y que ha logrado una gran aceptación entre la audiencia porque “hay muchas personas que están solas que se merecen encontrar el amor”. En especial las de mayor edad, porque “te estrujan el corazón con sus historias”. Aunque el argentino también reconoce que se ha sentido conmovido por casos como el de un transexual que no era aceptado por sus padres.
Su presencia en ‘First Dates’ también le ha permitido observar que “los latinos somos de sangre caliente y nos encanta el juego del cortejo. Ése que está en cada mirada, gesto y sonrisa, pero sin querer decir que el español no tiene también su habilidad de conquista”. Aunque en un principio nunca se hubiese planteado acudir a un programa de citas a ciegas, reconoce que “si lo hubiera necesitado, quizá sería interesante conocer las cartas que jugaría el destino”.
Con casi 3.000 citas vividas en el programa, Matías explica que aún hay participantes que le sorprenden. Una experiencia que le ha permitido conocer que “los ingredientes del coctel del amor todos los sabemos: tolerancia, respeto, libertad y transparencia, pero la dificultad está en encontrar la medida exacta para cada una de las parejas. Ése es el gran secreto”.
El reconocido argentino, que está convencido de que “si haces lo que amas, el éxito está asegurado”, está pensando en los siguientes pasos de sus carrera profesional. “Estaré con el programa hasta el final, como agradecimiento a la confianza que han depositado en mí, pero soy consciente de que un día estás haciendo una cosa y, al siguiente, otra. Por eso me he estado formando en Interpretación”. Una pasión que le ha llevado a estar entre los candidatos que se presentaron al casting del musical ‘El Guardaespaldas’.
Con los musicales en la mira, Matías cuenta que “me llama mucho trabajar en las telenovelas e iniciar un proyecto de una plataforma de vídeos sobre el entrenamiento personal o la cocina”; aunque sus aspiraciones están en lo más alto, por lo que afirma que “me gustaría mucho dar el salto al cine, aprovechando que estoy cómodo frente a la cámara”.
Dice que no quiere “arriesgar el presente por estar imaginando el futuro” y considera que dentro de cinco o diez años continuará en el mundo de la televisión o, incluso, del cine”. Mientras tanto, Matías sonríe y, coctelera en mano, se prepara para ayudar al próximo soltero a encontrar el amor de su vida.