La prensa inglesa ha dado a conocer un escándalo de fiestas sexuales con escorts de futbolistas casados en la Liga Inglesa de Fútbol, la Premier League.
La agencia ‘Cinderella Escorts’ ha desvelado en el ‘Daily Star Online’ que futbolistas casados de la Premier League son clientes habituales que recurren a sus servicios para organizar fiestas sexuales en mansiones privadas o yates de lujo.Para participar en esas fiestas se necesitan demotrar que se tiene un patrimonio mínimo de 11,5 millones de euros y pagar 34.000 euros anuales para formar parte del selecto club de socios que pueden ser invitados a esas fiestas en cualquier lugar del mundo.»Tengo jugadores de fútbol como clientes a los que a menudo veo en las fiestas», declara la ‘escort’ Ksenia en palabras que recoge ‘The Mirror’.La ‘escorts’ que acompañan a los futbolistas a esas fiestas sexuales cobrarían 2.300 euros por hora o 34.000 euros al mes.A estas famosas fiestas sexuales también acuden políticos, estrellas de Hollywood y cantantes internacionales.
No es la primera vez que el nombre de Cinderella Escorts, esta peculiar agencia de modelos, aparece en los medios de comunicación. En el año 2018, la modelo Lia, una mujer de 24 años, afirmó que había vendido su virginidad a un político tory por 1.3 millones de libras. Fue la agencia ‘Cinderella Escorts’ quién se encargó de subastar la virginidad de la chica. Según contó la propia joven fue el político quién más pagó y hasta llegar el momento de ser desvirgada fue su ‘Sugar Daddy’, pagándole una renta mensual de 17.700 libras.
En declaraciones al Daily Mail, Lia dijo que tiene una buena relación con su madre, con quien todavía vive y que no se opuso a esto. Ella dijo: “Entiendo que la mayoría de las mujeres eventualmente se separarán del hombre con el que tuvieron su primera vez y es menos doloroso obtener dinero en lugar de un corazón roto”.
Sin embargo, una adolescente que también afirmó que vendió su virginidad a través de la misma agencia por 2 millones de libras, cambio su discurso meses después y afirmó que todo fue una mentira y un truco publicitario para atraer a las mujeres jóvenes hacia un trabajo sexual rentable economicamente. El sitio web, fundado por Jan Zakobielski, tiene decenas de chicas, con la llamada de vírgenes en subasta, y se jacta de tener clientes de Hollywood.