La tensión que ha surgido entre Marrueco y el Frente Polisario de la Sáhara Occidental, como consecuencia de haberse roto el alto al fuego acordado con Marruecos en 1991, tiene su impacto en el volumen migratorio irregular a Canarias por ser el puerto territorial más cercano a la zona que hoy está en clara tensión amenazando la paz en la zona.
Según RTVE, desde enero hasta el 15 de noviembre 2020, la migración irregular en Canarias ha aumentado un 1.019,6 % con respecto al mismo período en el 2019; además, el reportaje agrega que mientras en el resto de España la migración irregular llega a unos 15.667 migrantes, sólo en Canarias durante el tiempo previamente señalado en este párrafo, el total de migrantes que han llegado en patera o cayuco asciende a 16.760 migrantes.
Los vecinos del Muelle Arguineguin afirman que han sido 26 años viendo llegar pateras, pero lo que ahora presencian “es algo muy distinto a todo lo que habían visto”, un reportaje sobre el tema destaca que en la zona hay mucho miedo y temor porque la realidad desborda la capacidad institucional de respuesta adecuada y a ello se le suma la sensación de inseguridad por no saber si quienes llegan están o no afectados por el Covid-19.
La situación en Canarias, plantea un desafío a España y reitera la necesidad de profundizar en el Pacto de Migración europeo anunciado meses atrás; lo ideal, como lo afirma la Encíclica Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y amistad social, seria evitar las inmigraciones innecesarias y reafirmar el derecho a no emigrar, lo que supone que cada Estado debería garantizar las condiciones para que sus nacionales no se vean en la necesidad de buscar calidad de vida digna fuera de su propio país, pero la realidad que se vive en Canarias y los hechos entre Marruecos y el Frente Polisario nos recuerda lo difícil que resulta esa invitación a reafirmar el derecho a no emigrar, más aún cuando los gobiernos no cooperan en ese sentido.
La Encíclica Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y amistad social, dedica su capítulo cuarto al tema migratorio bajo el título Un Corazón abierto al mundo entero y precisamente, entre sus reflexiones se afirma que el miedo y las alarmas se despiertan en muchos lugares con el fenómeno migratorio, tal y como lo estamos viendo en Canarias, que lleva a varios medios de comunicación a presentar titulares como el siguiente: Descontrol de la inmigración ilegal atemoriza a los canarios. Todo el mundo tiene mucho miedo.
En relación al miedo y la migración, Fratelli Tutti nos recuerda que es posible entenderlo, pues por instinto natural representa una forma de autodefensa de los seres humanos, y nos advierte que si el miedo se impone y condiciona la forma de pensar de la sociedad, entonces corremos el riesgo de convertirnos en una comunidad cerrada, intolerante e incluso, sin darnos cuenta en racistas.
En la actualidad según los estudios realizados por Gallup y particularmente en su índice de Aceptación de Migrantes, se advierte que a nivel global ha aumentado el rechazo a la migración, en el caso de América Latina destaca el aumento del rechazo en Colombia, Perú y Ecuador, como consecuencia de la masiva migración de venezolanos y en el caso Europeo, claramente la migración ilegal que toma la ruta del mediterráneo ha impactado negativamente en países como Bélgica, Suiza y Bosnia, que figuran como los que más rechazan la inmigración en Europa.
Es importante destacar que ese rechazo a la migración, que en gran medida ocurre cuando no se trabaja el miedo de manera adecuada con políticas de Estado, no puede justificar como respuesta la creación de muros para frenar el flujo migratorio. En Europa varios Estados tienen ya sus muros, y en ese sentido, Grecia próximamente terminará un muro flotante de 3 km frente a la Isla de Lesbos; en Ceuta y Melilla se han levantado muros con Marruecos, no olvidemos el muro en la frontera de Noruega con Rusia y sin olvidar las vallas en Hungría para frenar la inmigración de Serbia.
Frente a la crisis migratoria en Canarias, el desafío que ahora tiene España es buscar una respuesta, que como lo señala la Encíclica Fratelli Tutti, debe defender la centralidad de la persona humana y encontrar un justo equilibrio entre el deber moral de tutelar los derechos de sus ciudadanos, por una parte, y, por otra, el de garantizar la asistencia y la acogida de los emigrantes.
La gobernanza en la Estrategia Nacional de Economía Circular