Con el inicio del nuevo año a pocos días ya empiezan a apreciarse las tendencias sobre los activos que más llaman la atención a los inversionistas
Se acerca el fin de un año complicado para la economía —pero sorprendentemente positivo para algunos mercados—, y luego de revisar las oportunidades de inversión más relevantes que perdiste en 2019, te conviene conocer la opinión de expertos sobre algunos de los activos y estrategias que podrían ubicarse en lo más rentable de 2020.
Aquí presentamos los pronósticos y sugerencias de Jorge Serralde Soto, Ángel Amancio, Alfonso Esparza César Valencia Jorge A. Calderón, además de los análisis macro de Bob Baur y Michael Burry.
Gestión activa sobre pasiva
La más famosa de las plazas accionarias ha marcado constantes cierres históricos este 2019 y ha mostrado resiliencia ante las complicaciones arancelarias en la guerra comercial de Estados Unidos y China. Expertos como Bob Baur, economista en jefe de Principal Global Investors, ven un panorama complicado, pero con oportunidad en la gestión activa.
La gestión pasiva de carteras de activos es una estrategia de inversión en renta fija o renta variable, cuyo objetivo es replicar la evolución de un índice o algunos valores por medio de fondos indexados. Por el contrario, la gestión activa es una estrategia en la que el inversionista realiza una propia selección de activos financieros con base en su criterio y análisis.
Michael Burry, el médico y gestor de fondos que descubrió la burbuja hipotecaria por bonos de alto riesgo en 2007, coincide con la postura de Baur —aunque añade un tono catastrófico—. El experto interpretado por Christian Bale en La Gran Apuesta afirma que los fondos ETF agrupan sólo las acciones de gigantes corporativos, lo que ha formado una burbuja.
Lejos de una extraña e hipotética apuesta en corto contra fondos indexados, a la espera de un desplome, la mayor coincidencia entre Baur y Burry es que hay oportunidades en compras con tecnológicas de mediana capitalización, mientras que los gigantes tecnológicos como Google, Facebook y Amazon ya no se muestran tan atractivos.
Tecnológicas medianas, consumo y finanzas
Jorge Serralde Soto, maestro en Finanzas por la Universidad del Valle de México, hace eco de la sugerencia de invertir en empresas tecnológicas medianas de Estados Unidos. A través del SIC, dijo Serralde a El Economista, se recomienda Nvidia y Micron Technology, esta última con algunas reservas. Además, de SOXL y TQQQQ, ETF disponible para quienes poseen cuentas en Estados Unidos.
En cuanto a las acciones de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), las apuestas de Serralde son más conservadoras. Los sectores de consumo y financiero destacan entre el resto. Walmart de México, a pesar de su volatilidad, es la única emisora a la que recomienda para largo plazo, “ya que sus divididendos son trimestrales y la convierte en buena emisora patrimonial”.
Genomma Lab es otra acción interesante que podría dar buen rendimiento, siempre y cuando los cambios al trado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en cuanto a la propiedad industrial de farmacéutifcas no la golpean, explicó. América Móvil, de Carlos Slim, no es ahora una acción que recomiende.
Arranque de año: inversiones cortas y medianas
En una inversión en el mediano plazo, Alfonso Esparza, analista de mercados de OANDA, afirmó que las reformas que el gobierno de Jair Bolsonaro implementa en Brasil darán un impulso al índice Bovespa, de São Paulo. De esa idea es también César Valencia, analista de América Latina para la plataforma de negociación Alpari.
Otra inversión corta, pero efectiva, de acuerdo con Ángel Amancio, trader con experiencia en Madrid y Nueva York, serán las acciones de Apple, que entre todas las gigantes tecnológicas destacaría, sólo al inicio del año. “Según presente los resultados del último trimestre de 2019, su acción puede subir de 279.44 dólares hoy a 300 dólares en mayo”, dijo.
Las divisas y el juego con el dólar
En cuanto a las divisas, los analistas coinciden en que un debilitamiento del dólar por el mejor panorama económico y los avances en la relación comercial de Estados Unidos con China será una buena oportunidad para la compra de billetes verde. A mediados de 2020, las elecciones en Estados Unidos impulsarán al billete verde contra las monedas emergentes.
En esta lógica entra el peso mexicano que, en palabras de Ángel Amancio, ha sido la sorpresa en los mercados, con una fuerte apreciación en la última parte del año. El peso chileno, explica César Valencia, de ese país, ofrece una oportunidad similar ante la baja de tensiones políticas por el cierre del año. El real brasileño, explicó Esparza, ganará fuerza por los mismos motivos que la bolsa brasileña y luego caerá en el juego del dólar.
Elegir en terreno seguro
Pese a que es considerada menos atractiva por los inversionistas con poca experiencia (debido a su menor rendimiento), las rentas fijas o deudas son activos que representan una inversión inteligente y por lo general más segura que las acciones y las divisas. Contrario a lo que se piensa, el hecho de que sea atractiva o no depende de la selección del instrumento. Hay que saber elegir.
Para 2020, la deuda mexicana es una opción atractiva, de acuerdo con Bob Baur. El director de mercados de Bull&Bear Fixed Income, Jorge A. Calderón, compartió esta opinión y entre todos los instrumentos de la categoría, destaca el bono a cinco años: “Es caro en términos de valor relativo, pero tiene buen desempeño y ha actuado de forma defensiva”.
En cuanto a la deuda en la región, Brasil es también para Calderón una opción evidente, por las reformas que implementa el gobierno de Jair Bolsonaro. Sólo la mexicana es más atractiva por la ventaja que representa el avance para la aprobación definitiva del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Entre los países desarrollados, destaca a Estados Unidos, puesto que “se espera volatilidad en tasas. Los bonos de corto plazo, en especial el dos años y cinco años son efectivos y no hay que olvidar que es el país desarrollado que más paga”. Aconseja vigilar los países de Europa, ante el movimiento de tasas de -0.25% a 0% en Suecia, que puede marcar una tendencia.
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