El envío ‘secreto’ de datos biométricos entre inmigración y el FBI

FBI
La medida busca proteger al país de posibles terroristas.

Los más afectados por el envío de datos al FBI son aquellos extranjeros que utilizan el Formulario I-539 para cambiar o extender el estado sin tener que salir de los EEUU

Desde marzo de 2019, todos los solicitantes que presentan la Solicitud de Formulario I-539 para Extender o Cambiar el Estado –que integra varios tipos de visas deben obedecer a las citas biométricas.

La decisión se tomó para que autoridades de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) puedan comparar sus datos biométricos con sus documentos de identidad y enviar la información al FBI para los exámenes de seguridad correspondientes.

La firma de abogados Hunton Andrews Kurth LLP indicó que, según la autoridad migratoria, este nuevo requisito biométrico es para ayudar a identificar amenazas a la seguridad pública y nacional, y proteger la integridad del sistema de inmigración bajo la orden ejecutiva del presidente Donald Trump “Protegiendo a la Nación de Terroristas Extranjeros”.

En un artículo publicado en lexology.com, los expertos migratorios indican que no hay excepciones en el reglamento, el cual también aplica a niños, incluidos los bebés, y los adultos mayores.

Hasta ahora, los más afectados son aquellos extranjeros que utilizan el Formulario I-539 para cambiar o extender el estado sin tener que salir de los EEUU, incluidos los cónyuges e hijos de trabajadores profesionales con permisos H-1B o L-1.

También se contempla a los cónyuges con visas H-4 y L-2, ya que son elegibles para solicitar los Documentos de Autorización de Empleo (EAD) que son válidos hasta por dos años, pero deben aplicar por ese beneficio.

“USCIS ya no extiende su cortesía previa de adjudicar solicitudes de dependientes dentro de los 15 días cuando un empleador presentó su propia petición para el procesamiento en nombre del trabajador H‑1B o L‑1”, indican los expertos.

Los ajustes implican que el FBI revise toda la información, por lo que un proceso que regularmente tardaba 15 días en obtener respuesta ahora puede alcanzar más de tres meses.