Thanos, el principal villano de las películas de los vengadores tiene como objetivo reducir la población del universo a la mitad para que los recursos puedan alcanzar para todos.

El villano de las últimas dos película de Avengers (Infinity Wars y Endgame) tiene como objetivo reducir la población del universo a la mitad para que los recursos puedan alcanzar pero ¿tiene razón este planteamiento?

Thanos en la anterior película de Avengers logra cumplir su meta y de un chasquido, elimina a a la mitad de la población del universo. Pero esta situación no es ajena a la historia humana, pues la peste negra de mediados del siglo XIV acabó con más del 45 por ciento o más (nadie sabe con certeza la cantidad) de la población en Asia, África, Europa y el Medio Oriente.

Algunas de las consecuencias de este evento le darían la razón a Thanos, de acuerdo a Sharon DeWitte, antropóloga e investigadora de la Universidad de Carolina del Sur. La salud mejoró luego de la peste pues las generaciones siguientes se vio una mejora en la tasa de mortalidad y de expectativa de vida.

Además, hubo menor desempleo pues había escasez de mano de obra, los salarios se incrementaron y las personas tuvieron una mejor calidad de vida. DeWitte afirma que aunque en el corto plazo podría funcionar, hay mejores formas de generar un mayor bienestar que eliminar a la mitad de la población.

Por su parte, el profesor de ingeniería de la Universidad de Washington en San Luis, Zachary Feinstein, resalta los aspectos negativos que podría tener esta catástrofe. Por ejemplo, empresas con cierto nivel de especialización como Amazon o Google, tendrían problemas significativos por falta de obra calificada. Además, mercados como el inmobiliario caerían por la falta de demanda pudiendo provocar una nueva crisis como la del 2008.

Thanos tiene la idea de que como hay recursos limitados, la sobrepoblación provocaría una catástrofe pero la economía de las grandes potencias no funciona así, como lo demuestra el Reino Unido, por ejemplo. Así que todo el argumento del villano está equivocado, sentencia Feinstein.