Un estudio analiza el impacto de los inmigrantes en las principales economías del mundo
En un gran número de países industrializados, la gran mayoría de la opinión pública consideró que los inmigrantes ayudan, lejos de afectar a los países a los que llegan, según un estudio del Centro de Investigación Pew dado a conocer hace unos días.
En el reporte llamado ‘Alrededor del mundo, la mayoría de la gente dice que los inmigrantes ayudan, lejos de ser una carga’, se indica que en los países con grandes concentraciones de inmigrantes como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia, Canadá y Australia, los habitantes consideraron al inmigrante como un aliado en la fuerza laboral del país.
Mientras que en países como Hungría, Grecia, Sudáfrica, Rusia e Israel, consideraron que los inmigrantes son una carga en el destino económico de la nación; con excepción de Rusia, el resto de los países tiene menos de cinco millones de inmigrantes.
Por otro lado, en países como Italia, Polonia y Holanda, la opinión pública estaba dividida; un gran número consideró que los inmigrantes eran una carga, pero otro gran porcentaje consideró que eran una ventaja para la nación.
Particularmente en los Estados Unidos, la nación con más inmigrantes en todo el mundo, seis de cada 10 personas, o sea un 60% de los entrevistados, dijeron que las personas nacidas fuera del país contribuían al crecimiento de la sociedad debido a su trabajo y talento, mientras que un 34% consideró que eran un problema porque tomaban empleos que correspondían a los ciudadanos de ese país y tomaban ventaja de los beneficios sociales.
El punto de vista sobre los inmigrantes ha cambiado en las últimas décadas en Estados Unidos; en la década de los 90s, la mayoría de los estadounidenses consideraba que los inmigrantes eran una carga.
Regresando al otro lado del Atlántico, seis países de la Unión Europea que han recibido un considerable flujo de inmigrantes y refugiados a partir del 2015, su punto de vista ha dado un giro de 180 grados. En particular Italia, Alemania y Grecia, la mayoría de personas que consideraban a los inmigrantes como benéficos para la nación, ahora no lo ven así.
En contraste, países como España, Francia e Inglaterra, mismos que recibieron menos refugiados a partir del 2015, consideraron todavía a los inmigrantes como una fuerza positiva.
No obstante, estos puntos de vista de los 18 países encuestados no conforman una opinión general a lo largo de todos los grupos de cada sociedad. En la mayoría de los casos, las personas con opiniones más progresistas daban la bienvenida a los inmigrantes, mientras que las personas más conservadoras no se mostraban tan positivas.
Ese mismo patrón surgió en cuanto a los niveles educativos. Las personas con mayor nivel de educación e ingresos consideraban a los inmigrantes como una fuerza aliada, mientras que las personas con menos educación y menos poder económico veían a los inmigrantes no tan positivamente.
Con o sin deseo de adaptarse
La opinión pública en estos países estuvo divida en el tema de la adaptación o asimilación a los países de llegada por parte de los inmigrantes. Un 49% de los ciudadanos entrevistados en los diferentes países indicaron que los inmigrantes no mostraban deseos de adaptación y se aislaban de la sociedad que los recibió; mientras que un 45% de las personas entrevistadas dijeron que las personas nacidas en otro país trataban de adaptarse y seguir las costumbres y estilo de vida de los países a los que habían llegado.
En países como Japón, México, Sudáfrica, Estados Unidos, Francia y Suecia, el público tiende a decir que los recién llegados buscan adaptarse a sus costumbres y estilo de vida; lejos de decir que quieren ser diferentes o aislarse.
En el caso particular de Japón, el 75% de los entrevistados dijeron que los inmigrantes buscan adaptarse a la nueva sociedad. En este país la población de la tercera edad es muy extensa y los bajos niveles de natalidad han forzado al país a establecer pólizas que dan la bienvenida a los migrantes.
Por el otro lado, en países como Hungría, Rusia, Grecia, Italia, Alemania, Polonia, Israel y Australia, la mayoría de los entrevistados consideraron que si, los inmigrantes no buscan su adaptación a las costumbres de su nueva sociedad.