El presidente de EEUU reiteró su intención de dejar atrás el derecho que beneficia a los hijos de los inmigrantes, indocumentados o no.
Para Donald Trump ya no hay vuelta atrás. El presidente de Estados Unidos aseguró que el derecho a la nacionalidad estadounidense por nacimiento «terminará de una u otra forma», al asegurar que no está cubierto por una enmienda constitucional. Una opinión disputada por activistas y académicos, a menos de una semana de las elecciones legislativas que amenazan la mayoría republicana en el Congreso.
A través de su cuenta de Twitter, el presidente señaló que la medida «es injusta» para los ciudadanos norteamericanos y le cuesta al país «miles de millones de dólares«, sin ofrecer detalles al respecto de ese cálculo.
El derecho a la nacionalidad para todos los nacidos en territorio de Estados Unidos está consagrado en la 14º Enmienda de la Constitución.
Para cambiar la Constitución en Estados Unidos se requiere una mayoría de dos tercios en el Congreso, algo impensable en un momento en que el país está muy dividido y hay poco consenso legislativo.
Sin embargo, Trump y su equipo legal consideran que una orden ejecutiva podría cambiar la disposición, al hacer una interpretación del texto propuesto en 1866 y ratificado en 1868.
«No está cubierta por la Enmienda 14 por las palabras ‘sujeta a su jurisdicción‘», opinó el presidente. Según esta perspectiva, la frase hace referencia a ciudadanos y residentes legales, pero no a indocumentados, que es la población a la que el mandatario apunta en su discurso.
El presidente recordó además un encendido discurso del senador Harry Reid en 1993 que encendió la polémica y ha sito citado por su crítica al derecho en cuestión. «Este caso será decidido en la Corte Suprema«, añadió Trump.
Aunque académicos e incluso altos miembros del Partido Republicano aseguran que sería necesaria una modificación constitucional, otras voces consideran que una orden ejecutiva de la Casa Blanca podría ser suficiente para eliminar el derecho, en un momento en que el tema migratorio está en pleno debate por el avance de la caravana de migrantes centroamericanos y a pocos días de las elecciones legislativas.