Víctor Hugo Cobo ha sido excluido de la estructura del Ejército y de una empresa de telecomunicaciones por su patología, por lo que lleva dos meses en desempleo.
La diabetes puede convertirse en una verdadera pesadilla para quienes buscan conseguir un futuro en el mercado laboral. No sólo por limitar el acceso a algunas Ofertas Públicas de Empleo, como las del Cuerpo Nacional de Policía o Guardia Civil, sino también por ser un “estigma” que limita a un gran número de plazas en el sector privado. Una de las personas que lo sabe bien es Víctor Hugo Cobo, quien ha visto truncada su permanencia en el Ejército de España y, posteriormente, su puesto de trabajo en una empresa del sector de las telecomunicaciones.
Víctor Hugo Cobo, quien ha vivido con diabetes 20 de sus 34 años, es consciente de que “la diabetes no siempre es un impedimento para la realización de tareas. Formé parte del Ejército durante seis años (es de la 10ª incorporación del año 2002 y juró bandera el 14 de febrero de 2003) y participé en distintas operaciones sin tener ningún problema o trato especial”, apunta a IberoEconomía.
No obstante, el tribunal médico del Hospital Militar de la Defensa, Gómez Ulla, decidió que la diabetes le situaba en la categoría de “insuficiencia de condiciones psicofísicas”, lo que le llevó a ser relevado de sus funciones hasta situarle como reservista activo del Ejército de Tierra, en la rama de Ingenieros y la especialidad de Transmisiones de Telecomunicaciones.
Con estudios en telecomunicaciones, Víctor Hugo Cobo comenzó su nueva vida dentro de una empresa del sector. “Empecé desde abajo, como técnico. Con el paso del tiempo fui creciendo y llegue a ser supervisor, pero todo cambió cuando le comenté a la doctora de la mutua en un reconocimiento que tenía diabetes”, recuerda. Fue entonces cuando se remitió a la compañía una advertencia sobre el riesgo laboral que suponía la patología para la realización de sus labores, lo que “terminó por dejarme sin empleo. Parece que no se dan cuenta, pero las trabas laborales a la diabetes solo consiguen llevarnos al paro”.
Para Hugo Cobo resulta preocupante que “las únicas soluciones que te proporcionen sea esperar un año en el paro para solicitar la Renta Mínima de Inserción (RMI) o solicitar algún tipo de subvención”. En este sentido, insiste en que “existe una discriminación por la que se nos limitan un conjunto de actividades que estamos totalmente capacitados a realizar”.
Asociaciones para el “postureo”
Hugo Cobo afirma a este diario que “hay un gran número de asociaciones que sólo viven para el postureo y para obtener las ayudas del Estado, pero no para realmente ofrecer un servicio para las personas con diabetes. ¿Cómo es posible que aún hayan un importante número de organizaciones a las que he escrito y no he obtenido siquiera una simple respuesta?”.
Según explica, la Federación Española de Diabetes (FEDE) es una de las que, por el contrario, sí ha mantenido una postura activa para la búsqueda de un cambio dentro del mercado laboral y de las oposiciones del Estado. No obstante, considera que desde los Ministerios se está haciendo oídos sordos a sus peticiones, por lo que será necesario optar por otras medidas de presión.
“No descartamos que, cuando estemos totalmente coordinados, celebremos una gran manifestación en Madrid y otras ciudades”, adelanta Hugo Cobo. De la misma forma está convencido de que “entre el 7 y 12 por ciento de la población tiene diabetes, por lo que si todos solicitamos una prestación o ayuda pública, estoy seguro de que tardarían muy poco en cambiar las leyes, ya que les daríamos donde más les duele: en el dinero”.