Las sociedad internacional está indignada por los caprichos del primer mandatario a pesar de la crisis económica, social y política que atraviesa Venezuela.
A Nicolás Maduro se le veía contento, cómodo y con la barriga llena. Una imagen que pone en evidencia la calidad de los productos ofrecidos por el chef turco Nusret Gökçe, a quien se le conoce con el apodo de ‘Salt Bae’. Durante su visita a Estambul, el presidente y su esposa Cilia Flores disfrutaron de un chuletón (cada uno) por valor de unos 120 dólares. Una cifra que resulta impagable para la mayoría de la población, que debe desembolsar unos seis meses de trabajo (con el sueldo mínimo a 1.800 bolívares) para pagar cada uno de los chuletones.
Evidentemente, Nicolás Maduro y Cilia Flores no solo consumieron un chuletón, debido a que hay que sumar otros cortes de carne que han probado, así como las bebidas. De ahí que se estime que estén en la media del consumo de los clientes del ‘Salt Bae’: unos 400 dólares por persona. Una cantidad que resulta aún más difícil de asumir para una población que necesitaría destinar las ganancias completas de 20,4 meses de trabajo para afrontar las cuentas del presidente venezolano.
Es decir, un venezolano común necesitaría de poco más de tres años para costear la cena de Nicolás Maduro y de su esposa.
“Una vez en la vida”
Durante un vídeo de la cena se escucha decir a Nicolás Maduro que es un placer de los que se disfruta “una vez en la vida”. Una oportunidad que no se vive en el país caribeño, en donde el consumo per cápita de carne ha caído en unos cuatro kilos al año. Carlos Albornoz, presidente de Fedenaga, señaló que en 1980 y en 2012 la ingesta del producto era de 23 kilos por habitante. La tendencia en 2018 es que siga cayendo
Asimismo, Albornoz precisó que hace 6 años la importación de carne llegó a representar 55 por ciento del consumo nacional. “En este momento la importación está en cero porque no hay divisas, ya que la producción petrolera cayó a niveles de 1947”.