La visita del presidente de España a Bolivia ha servido para tender puentes a favor de la presencia de inversiones españolas en el megaproyecto latinoamericano.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha elogiado la «experiencia de las empresas españolas» y ha firmado con el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, un aEvcuerdo que facilitará su entrada en el megaproyecto del tren que, atravesando el país andino, unirá el puerto peruano de Ilo, en el océano Pacífico, con el brasileño de Santos, en el Atlántico.
El proyecto cuenta ya con la participación de Perú, Brasil, Paraguay, Uruguay, Alemania, Suiza y Reino Unido. A través de casi 4.000 kilómetros de vía, este tren uniría, en una obra sin precedentes en América del Sur, los dos océanos impulsando el comercio y el turismo en la región, que profundizaría así en su integración, objetivo que siempre ha apoyado España.
El memorando de entendimiento que han firmado los dos presidentes no concretará la participación de compañías españolas en las obras (eso dependerá de ellas) pero sí allanará su desembarco en la carrera por hacerse con contratos millonarios puesto que garantizará la seguridad jurídica en un país donde las empresas han sufrido expropiaciones en el pasado.
Si en algunos de esos episodios de nacionalización de filiales de empresas españolas, Morales acusaba a las compañías de «estafar» al pueblo boliviano, este martes todo han sido palabras amistosas hacia ellas.
«Cualquier inversión española aquí está garantizada«, ha prometido Morales, que ha saludado «la experiencia de las empresas españolas», con las que mantiene «buena amistad», como es el caso de Repsol, a la que ha citado expresamente.
Sánchez y Morales también han firmado el acuerdo que fija las prioridades de la cooperación al desarrollo española en Bolivia para los próximos cuatro años. Precisamente este miércoles, el presidente se desplazará al Centro Iberoamericano de Formación que la Cooperación española gestiona en la ciudad.
Dos décadas de separación
La visita de Sánchez a Bolivia supone la primera de un presidente del Gobierno español al país andino en 20 años, por lo que las autoridades bolivianas se han volcado en brindarle una afectuosa acogida.
Tras recibirle con honores y un vistoso grupo de folclore popular, el Gobierno boliviano le ha condecorado con el gran collar del Cóndor de los Andes, que Sánchez ha recibido con «profunda emoción».
El presidente del Gobierno se ha comprometido a que, mientras dependa de él, habrá visitas más regulares del Ejecutivo español a Bolivia, un país que España siente como «hermano» y con el que quiere colaborar para su «progreso, cohesión y prosperidad».