Con el gobierno trabajando en el proyecto de ley de trabajo a distancia, algunos expertos han definido cuáles son las características imprescindibles que deben estar presentes.
Chile tendrá su nueva ley de trabajo a distancia. La normativa, que cambiará la regulación del mercado laboral, está generando incertidumbre entre los expertos y los ciudadanos, quienes han querido hacer llegar sus recomendaciones al Ministerio del Trabajo. En este sentido, se busca ir un poco más allá que una simple normativa que avale la flexibilidad de horarios y permanencia de más horas en el hogar.
Desde la ciudadanía consideran necesario tomar como hoja de ruta los modelos que se han implementado en Estados Unidos y en Asia, ya que son los más avanzados dentro del campo. No en vano, el vecino norteamericano cuenta con 30 millones de personas que trabajan desde la casa al menos una vez por semana. Para lograrlo, el primer paso está en romper los tabúes: no por trabajar desde el hogar se trabaja menos.
“Si un proyecto de esta envergadura se hubiera iniciado antes, nos habría ayudado a la accesibilidad de aquellos grupos que tienen mayor dificultad al momento de buscar o acceder al trabajo, como los jóvenes, personas en situación de discapacidad, dueñas de casa, mujeres que no han tenido anteriormente un rol laboral fuera del hogar, entre otros”, apunta Suyin Palma, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Adecco Chile.
Regulación imprescindible
Aunque aún no hay un borrador sobre cuál será el proyecto del Gobierno para regular el sector, sí existen recomendaciones de los derechos que deberían estar garantizados con la nueva normativa. Por ejemplo, que no exista ninguna diferencia contractual, de beneficios y calidad del trabajo entre una posición que se lleve a cabo a distancia o en una oficina tradicional, según afirma Palma.
En la misma línea, aclara que “es necesario tener claridad sobre qué pasa si una persona sufre un accidente en su horario de trabajo mientras hace una labor al interior de su casa. Es necesario saber de qué manera se resuelve, si son sólo espacios que estén directamente ligados a sus funciones o también contempla accidentes domésticos”.
Las peticiones están en línea con la demanda ciudadana, quienes también aspiran a que sea el contratante de sus servicios a distancia quienes cubran con los gastos relacionados con el internet, así como otros servicios relacionados con sus funciones laborales como la electricidad y el teléfono. No obstante, sobre estos últimos puntos aún existe un debate abierto que recae en la Administración Pública, ya que será la que tiene la última palabra para trazar la línea que separa las responsabilidades de empleados y empleadores.