Las fundadoras de SuaviLaser, clínica dental liderada y conformada por sólo mujeres, ha contado con el apoyo del propio Banco Mundial de la Mujer.
Esperanza y Pilar García son dos colombianas con las muelas bien puestas. Las hermanas son las emprendedoras detrás de SuaviLaser, clínica dental liderada y conformada por un equipo en su totalidad femenino. “Desde su inauguración en 2001, el proyecto cuenta con el esfuerzo de las mujeres de mi familia, quienes apostaron sus ahorros para dar vida a la iniciativa”, afirman. Ahora, con 17 años en el mercado madrileño, la plantilla supera a la decena de personas, pero mantienen intacto su perfil: el de mujeres que aspiran con hacer bien el trabajo y seguir creciendo.
Pilar, que se formó en Odontología en su natal Colombia, llegó a España en 1991, cuando su hermana, que es comunicadora social, ya llevaba seis años en la nación europea. Con el reencuentro de ambas surgió la idea de emprender, ya que “no puedes pasar toda la vida trabajando para otros y ayudándoles a tan sólo levantar sus proyectos”. Una ecuación donde también jugó un papel fundamental “nuestra prima, quien viajaba desde Sevilla para ayudarnos con la inauguración de la Clínica”.
“Quienes aseguren que los inicios son fáciles, mienten”, sentencia Esperanza. El primer y gran reto al que tuvieron que hacer frente fue el acceso a la financiación y recursos para afrontar una inversión inicial estimada en unos 100.000 euros. “Todas las mujeres de la familia pusieron parte de sus ahorros, por pequeños que fueran. No obstante, contamos con la suerte de contar con el impulso de algunas subvenciones que llegaron a sumar un total de 18.000 euros”. Uno de los más importantes fueron los 6.000 euros que recibieron del Banco Mundial de la Mujer, institución que confió en la valentía empresarial de las hermanas colombianas.
Aunque la clientela inicial estaba conformado por personas del barrio y quienes ya habían sido atendidos por Pilar anteriormente, el volumen fue creciendo a pasos agigantados y, en la actualidad, suman más de 10.000 pacientes. ¿La clave?, “ganar la confianza de los clientes, transmitirles seguridad, empatía y, sobretodo, hacer un buen trabajo siempre de la mano de la ética y sin cobrar ni un solo euro por un tratamiento que, en realidad, no lo necesitan”, asegura Pilar.
Las emprendedoras colombianas reconocen que no han sido inmunes a los efectos de la crisis económica que padeció España. No obstante, lograron atravesarla “a través de los esfuerzos, el trabajo constante y la reducción de gastos innecesarios. Eso sí, sin poner en ningún momento en peligro la calidad de los tratamientos aplicados”, afirman.
Una ortodoncia en la marca
Ante la buena evolución de SuaviLaser, sus fundadoras han apostado por llevar la marca al siguiente nivel. “Hemos invertido en una renovación de la marca, cambiando la imagen de la empresa, invirtiendo en nuevas infraestructuras y en adquirir nuevos equipos”, a lo que se suma la próxima creación de un nuevo gabinete (área de trabajo personal) para atender la demanda creciente, “esa que en un 80 por ciento proviene por recomendación de otros pacientes que ya nos conocen”.
Aunque momentáneamente descartan la apertura de una nueva clínica, las hermanas están de acuerdo en que “por el momento preferimos concentrarnos en nuestra primera clínica, ya que muchos pacientes quieren tener un trato personal con nosotras y nos resulta imposible estar en dos lugares al mismo tiempo”, matiza Pilar.
Con las metas claras, Esperanza y Pilar siguen trabajando cada día para que SuaviLaser conserve su posicionamiento en el mercado madrileño, al mismo tiempo que ayudan a mejorar la sonrisa de sus ciudadanos y se convierten en un referente del emprendimiento femenino y latinoamericano en España.