La ayuda económica, prevista hasta 2020, estará liderada por los Estados miembros presentes en el país andino.
Los estados miembros de la Unión Europea presentes en Bolivia (Francia, España, Reino Unido, Italia, Suecia y Alemania) y Suiza han acordado «armonizar y coordinar» sus intervenciones en materia de cooperación al desarrollo en el país andino a través de la adopción de una estrategia conjunta hasta 2020 para la que destinarán un total de 530 millones de euros.
El principal objetivo es crear un «marco común» para la cooperación al desarrollo que sirva para reforzar el impacto de ésta, «reducir la fragmentación» y aumentar la eficacia de las contribuciones al desarrollo en Bolivia en los próximos años, según ha asegurado Bruselas a través de un comunicado.
«La colaboración de la UE con Bolivia es más fuerte que nunca, como demuestra la puesta en marcha de la primera Estrategia Europea Conjunta para Bolivia por un valor de 530 millones de euros, que hemos elaborado en estrecha cooperación con el Gobierno boliviano«, ha dicho el comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica.
La nueva estrategia europea busca «mejorar la vida del pueblo boliviano» en ocho sectores prioritarios: la cultura y el turismo, el desarrollo rural y la seguridad alimentaria, el desarrollo integral con coca y la lucha contra el tráfico de drogas, la educación, la gobernanza, el medio ambiente y el cambio climático, la salud, y el desarrollo económico y el empleo.
Bolivia es el mayor receptor de ayuda bilateral al desarrollo de la UE (281 millones de euros en 2014-2020) en Latinoamérica y el Caribe, después de Haití. La mayor parte de ese presupuesto (130 millones) está destinado a ayudar al país andino en la diversificación de la producción de coca y la lucha contra el tráfico de drogas. Hasta la fecha se ha conseguido una reducción neta del 26 por ciento en la superficie cultivada de coca desde 2010.
La gestión del agua, el saneamiento y los recursos naturales (115,4 millones) y la reforma de la justicia y la lucha contra la corrupción (20 millones) son otras de las principales partidas en la ayuda europea al país latinoamericano durante dicho periodo.