La relación entre trabajadores y empleadores está regulada por un marco jurídico diseñado para equilibrar los derechos de ambas partes. Sin embargo, algunas empresas implementan prácticas cuestionables para evitar el pago de indemnizaciones tras un despido. Según Ignacio de la Calzada, abogado laboralista conocido por su cuenta «Un Tío Legal» en redes sociales, muchas de estas estrategias buscan confundir al empleado o presionarlo para que renuncie a sus derechos.
Despido disciplinario: un recurso habitual
El despido disciplinario es una de las estrategias más utilizadas por las empresas. Alegan bajo rendimiento u otras faltas graves para justificar el cese sin indemnización. Sin embargo, según De la Calzada, este tipo de despidos solo son válidos si existen advertencias previas y métricas claras que demuestren el incumplimiento.
En caso de que estos elementos no estén presentes, el trabajador puede impugnar el despido en los tribunales. Si el juez lo declara improcedente, la empresa debe optar por readmitir al trabajador o indemnizarlo.
Renuncias forzadas mediante cambios de empresa
Otra táctica común es trasladar a empleados entre empresas de un mismo grupo empresarial, solicitando que firmen una renuncia o baja voluntaria como condición para el cambio. Esto implica la pérdida de antigüedad y derechos adquiridos.
La recomendación de los expertos es nunca firmar documentos sin asesoramiento legal. Aunque las empresas compartan propietario, tienen personalidades jurídicas distintas, lo que podría perjudicar gravemente al empleado.
Cartas de dimisión sin fecha
En algunos casos, se pide a los trabajadores que firmen cartas de dimisión sin fecha. Esto permite a las empresas usarlas en cualquier momento para justificar una baja voluntaria, evitando así el pago de indemnizaciones. Firmar documentos en blanco o sin asesoramiento coloca al empleado en una posición de vulnerabilidad extrema.
Modificaciones sustanciales en condiciones laborales
Las empresas pueden cambiar de forma drástica condiciones como horarios, ubicación o funciones, con el objetivo de forzar una dimisión. El artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores establece que, si estas modificaciones afectan negativamente al empleado, este puede rescindir su contrato con derecho a indemnización. Documentar los cambios y su impacto es clave para cualquier reclamación.
Acuerdos transaccionales bajo presión
Cuando un trabajador es despedido, algunas empresas proponen acuerdos transaccionales apresurados, ofreciendo una cantidad menor a la indemnización legal. Aunque estos acuerdos son válidos, firmarlos bajo presión o sin asesoramiento puede resultar perjudicial.
Finiquitos incompletos
Un último recurso es presentar finiquitos que no incluyen todos los conceptos adeudados, como vacaciones no disfrutadas o pluses salariales. Antes de firmar, es fundamental revisar el documento y solicitar un desglose detallado si surgen dudas.
Cómo protegerte ante estas prácticas
- No firmar sin asesoramiento: Rechaza firmar renuncias, bajas voluntarias o cualquier documento sin consultar a un abogado.
- Conoce tus derechos laborales: Familiarízate con la legislación vigente para identificar posibles irregularidades.
- Documenta todo: Guarda pruebas de comunicaciones, cambios y acuerdos.
- Busca apoyo legal: Un abogado laboralista puede ofrecer orientación y representación.
Proteger tus derechos laborales requiere estar informado, buscar asesoramiento adecuado y no ceder ante presiones. El marco legal español ofrece recursos sólidos para que los trabajadores puedan defenderse y evitar caer en estas prácticas cuestionables.