Los directivos de una empresa saben que es fundamental que exista unión entre sus empleados. Además, son conscientes de que éstos dependen unos de otros para ir logrando los objetivos de negocio. Sin embargo, en ocasiones, fomentar el trabajo en equipo, una premisa tan simple, se pasa por alto en el devenir de la compañía.
Para garantizar un buen funcionamiento a medio y largo plazo, es fundamental que la dirección y recursos humanos trabajen para lograr una buena cohesión. De ahí nace el concepto de team building: la construcción de equipos. Carlos Sabaté, profesor del curso de Empowerment y Liderazgo de Deusto Formación, señala que «es un proceso diseñado para mejorar la unión y la efectividad de un grupo de trabajo. Las dinámicas promueven la colaboración, la comunicación y el entendimiento mutuo entre los miembros». Sabaté subraya que, a través de estas, se pueden superar las barreras que existen en muchas empresas, creando una plantilla más alineada y productiva.
El objetivo principal es salir de la burbuja de la oficina. No se trata solo de compartir unas cañas después del trabajo, sino de llevar al personal a un espacio donde puedan experimentar nuevas actividades y fortalecer relaciones fuera del entorno laboral.
Beneficios y retos
Entre las principales ventajas que aporta el team building se encuentran la mejora de la productividad, la consolidación de un mejor ambiente laboral y el fomento de la cooperación. Cuando los empleados se sienten parte activa del equipo desarrollan una mayor empatía y colaboración, lo que impacta positivamente en los resultados organizacionales. Además, estas dinámicas también fomentan una competitividad sana.
Igualmente, Sabaté advierte sobre los posibles obstáculos que pueden surgir: «El mayor inconveniente es que existan miedos personales, miedos profesionales, miedos del jefe o líder del equipo y barreras organizativas«. Estos pueden derivar de la falta de confianza o la resistencia al cambio por parte de algunas personas. A pesar de ello, con una gestión adecuada pueden superarse, permitiendo que se aprovechen al máximo las ventajas del proceso.
Razones para adoptar el team building
El docente de Deusto Formación sostiene que, a pesar de las posibles reticencias, las empresas deberían implementar dinámicas de grupo porque «las ventajas superan con creces a los inconvenientes”. “Mejora la comunicación, fomenta la confianza, aumenta la motivación y ayuda a desarrollar la originalidad de las personas«, incide Sabaté. Estas actividades facilitan la formación de equipos más sólidos y contribuyen a la creación de una cultura organizacional positiva, en la que la innovación y la colaboración se convierten en factores para el éxito.
Para aprovechar al máximo el potencial de cada trabajador, es crucial enfocarse en su faceta profesional y en su desarrollo personal. Así, el team building no busca simplemente tener empleados «contentos», sino profesionales realizados y equilibrados en todos los aspectos.
Además, estas dinámicas de grupo ofrecen una oportunidad para que los trabajadores se conecten de una manera diferente, generando un ambiente en el que el compromiso y la productividad se ven incrementados.
En paralelo, la capacitación continua de la plantilla, como la formación en Gestión del Talento y Competencias Digitales de Deusto Formación, resulta clave para complementar el proceso de team building. Este tipo de cursos, que refuerzan tanto las habilidades interpersonales como las digitales, permiten que los equipos no solo se fortalezcan emocionalmente, sino que también se adapten a las exigencias tecnológicas del entorno empresarial.