Es irrefutable que desde que se tiene constancia en los archivos históricos, por lo menos en el Levante, siempre que en otoño viene la gota fría se producen unos aluviones de agua que habitualmente, suelen ocasionar los desastres en las mismas zonas y por las mismas causas.
Si nos referimos concretamente a la riada de 1957, en Valencia, se realizó algo para intentar que no volviera a suceder implementando una desviación del río Turia, que indudablemente, ha servido para que gracias a ésto, los potenciales desastres ocasionados por las lluvias se minimicen enormemente.
Sin duda, los habitantes de las Zonas que suelen ser afectadas, por este tipo de tormentas, conocen perfectamente lo que ocurre y donde ocurre en concreto los desastres que habitualmente suceden, e incluso cuales son los motivos que agrandan sus consecuencias y hasta sus soluciones.
Aunque después de tantos años continúa todo igual y no se ha procedido, en modo alguno, a intentar adoptar medidas tendentes a solucionarlo o al menos paliarlo de algún modo.
Parece ser que en este desastre sucedido hace unas horas, también han concurrido negligencias en lo relativo a la gestión operativa, concretamente en cuanto a la previsión. Pues los avisos de alarma fueron enviados muy tarde. Aunque sinceramente, las noticias de que iba a venir la gota fría ya se conocían días antes.
Por eso es ahora incomprensible que no se activaran los protocolos pertinentes, que deben existir en la planificación de cualquier institución, empresa etc.. Por Lo cual no se entiende bien porqué ha ocurrido estos desastres luctuosos que han ocurrido en este desastre histórico, con más de cien fallecidos, por citar tan un solo ejemplo, en esa residencia de ancianos, de la localidad de Paiporta, en la que lamentablemente, han fallecido cinco residentes.
Bueno, a ver si ahora ya se empiezan a realizar las obras precisas para intentar que esto no vuelva a suceder para no tener el dolor que se deriva de ello.