Llega la vuelta al cole y también los dolores de cabeza para muchos padres, y es que el mes de septiembre implica gastos elevados y los precios de las guarderías son un claro ejemplo de ello. Si bien el coste mensual de la guardería varía en función de si es pública o privada y de la comunidad autónoma, la realidad es que se trata de un gasto que se suele hacer cuesta arriba para muchas familias. En el caso de Barcelona, por ejemplo, el precio mensual de una guardería pública, si se tiene en cuenta también la alimentación, puede oscilar entre los 50 y los 359 euros, cifra que será más alta o baja en función del número de miembros de la unidad familiar y los umbrales de la renta de la familia. En la Comunidad de Madrid, la cuota por cuatro horas diarias de las casas de niños equivale a 43,32 euros, por lo que sólo una semana supondría, en caso de que el niño/a acuda de lunes a viernes, unos 216 euros.
Existen algunas ayudas y deducciones que pueden aliviar este coste, como la beca de educación infantil, cuyas condiciones varían en función de la comunidad autónoma. Además, este año, a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo, el importe de la deducción por maternidad podrá alcanzar los mil euros para aquellas familias que lleven a sus hijos a centros de educación infantil o que tengan la acreditación del gobierno, según informaba EFE el pasado enero, cuando salió la sentencia.
A estas ayudas se suma una que muchos no contemplan: la guardería como retribución flexible. Según Antonio Sas, Director General de Betterfly en España, plataforma de beneficios flexibles para empleados, “las empresas pueden ofrecer a sus trabajadores la posibilidad de hacer frente a este gasto sin pagar IRPF: como la guardería está exenta de IRPF sin límite, los trabajadores pueden asumir este gasto desde su sueldo bruto en vez de neto, hecho que puede suponer un ahorro de media de hasta tres mensualidades de guardería al año”.
Pagar mejor a los trabajadores, en vez de pagarles más
Otra de las alternativas para hacer frente a este gasto es la guardería como beneficio social. En este caso, las empresas pueden asumir el coste total o parcial de la guardería. “Es una de las técnicas para pagar mejor a los empleados: restarles preocupaciones asumiendo algunos de sus gastos”, aclara Sas. Para poder disfrutar de este beneficio, es necesario que las compañías se sumen a plataformas de retribución flexible como Betterfly. En este sentido, contar con un servicio de guardería como beneficio, según revela el directivo de la compañía de beneficios en España, aporta las siguientes ventajas:
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Aumenta la productividad: facilitar este trámite a los trabajadores permite una mejor conciliación laboral y familiar, hecho que incide directamente en la motivación de los empleados y en su bienestar dentro de la empresa. En definitiva, mejorar el bienestar y la salud de la plantilla significa mejorar los resultados y el rendimiento de la empresa.
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Reduce el absentismo laboral: Reducir el precio de las guarderías motiva a los padres y madres a apuntar a sus hijos y, por ende, facilita la conciliación de la vida familiar y laboral. De esta manera, es posible reducir el absentismo laboral, retener talento y fomentar que los trabajadores tengan sus necesidades fuera del trabajo atendidas.
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Facilita el ahorro de tus empleados: posibilitar a los trabajadores el servicio de guardería como retribución flexible o como beneficio les da la oportunidad de convertir uno de sus gastos fijos en un beneficio que se puede deducir del impuesto de sociedades y que puede quedar exento de IRPF.
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