Un estudio revela el creciente interés de las empresas por la captación de trabajadores que, además de contar con formación y experiencia, tengan ganas de hacer las cosas.
Motivación. Esa puede ser la llave de entrada al empleo. La ‘Guía del Mercado Laboral 2018’, realizada por Hays, revela que el 50 por ciento de las empresas valora, además de la formación y experiencia profesional, el nivel de motivación de los aspirantes durante los procesos selectivos de personal. Una tasa que, en 2018, es superior al 44 por ciento que representan en los dos años anteriores. Sin embargo, éste no es el único aspecto a considerar.
El estudio apunta que, en un 54 por ciento, las empresas buscan un perfil proactivo y con dinamismo, ligeramente por debajo del 55 por ciento registrado en 2017, pero por encima del 53 por ciento de 2016. El tercer aspecto clave es la capacidad de adaptación, solicitado por el 44 por ciento de las empresas, aunque en niveles menos elevados de los dos años previos (cuando se situó en el 53 y 50 por ciento, respectivamente). Finalmente, también se medirán aspectos como la capacidad de trabajo (38 por ciento) y los idiomas (35 por ciento).
Los departamentos de Recursos Humanos no son estáticos. Al contrario, el 58 por ciento de las empresas entrevistadas afirman que han venido cambiando las competencias que buscan en la captación de nuevos talentos. La mayoría, con un 62 por ciento, está a la caza de trabajadores polivalentes que tengan la capacidad de desempeñarse exitosamente en varias áreas. Le sigue, con un 39 por ciento, aquellos que han aumentado los esfuerzos en encontrar trabajadores motivados y, finalmente, un 38 por ciento que exige un nivel de especialización más consolidado.
Qué no hacer en la entrevista de trabajo
Los empresarios han enumerado los cinco errores más graves que se pueden cometer en una entrevista de trabajo y, por ende, quedar descartado instantáneamente para el puesto ofertado. El primero, con un 69 por ciento, es la “falta de honestidad”, ya sea mintiendo en la entrevista personal como en el propio currículo. De cerca le sigue la “arrogancia o antipatía”, según el 68 por ciento de los encuestados; así como la “falta de interés durante la entrevista”, con un 66 por ciento.
El ‘top cinco’ queda completado con los comentarios negativos sobre antiguos jefes o los compañeros de empleo (43 por ciento), y la incapacidad para describir su experiencia y trabajos anteriores (42 por ciento).