El mercado laboral sufre un tropezón en el primer trimestre de 2018, período en el que se han destruido 124.100 empleos.
El paro subió en 29.400 personas en el primer trimestre del año, lo que supone un 0,8 por ciento más que en el trimestre anterior, hasta situarse el total de desempleados en 3.796.100 personas, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa de paro se incrementó dos décimas en el primer trimestre, hasta el 16,74 por ciento, mientras que la tasa de actividad bajó tres décimas, hasta el 58,46 por ciento, tras reducirse el número de activos en 94.700 personas entre enero y marzo (-0,4 por ciento), su mayor descenso en un primer trimestre desde el ejercicio 2015.
La subida del desempleo registrada en el primer trimestre es la más elevada para este periodo desde el año 2013, cuando el desempleo subió en más de 257.200 personas. En los primeros trimestres de 2016 y 2017 se registraron incrementos del desempleo de 11.900 y 17.200 personas, respectivamente, mientras que en 2014 y 2015 hubo descensos de 2.300 y 13.100 parados.
Entre enero y marzo de este año se destruyeron 124.100 empleos, un 0,6 por ciento respecto al trimestre anterior, lo que situó el total de ocupados en 18.874.200 personas. Este recorte de puestos de trabajo es el más elevado en un primer trimestre desde 2014, cuando desaparecieron 184.600 empleos.
No obstante, en términos desestacionalizados, la ocupación registró un aumento del 0,46 por ciento respecto al trimestre anterior, mientras que el desempleo se redujo un 2,97 por ciento.
En el último año, el paro acumula un descenso de 458.900 desempleados, lo que supone un 10,8 por ciento menos que en el primer trimestre de 2017. En cuanto a la ocupación, se han creado 435.900 puestos de trabajo en los últimos doce meses, a un ritmo interanual del 2,36 por ciento.
Destrucción del empleo privado
La destrucción de empleo registrada en los tres primeros meses del año se concentró en el sector privado, que perdió 155.200 empleos (-1 por ciento), ya que el sector público generó 31.000 puestos de trabajo, un 1 por ciento más respecto al trimestre anterior. En el último año se han creado 304.000 empleos en el sector privado (2 por ciento) y 131.900 en el público (4,4 por ciento).
En el primer trimestre se destruyeron 90.300 puestos de trabajo ocupados por españoles (-0,5 por ciento) y 33.900 empleos ocupados por extranjeros (-1,6 por ciento).
Por su parte, el número de activos se redujo en 94.700 personas hasta marzo, un 0,4 por ciento respecto al trimestre anterior, con lo que la población activa en España quedó constituida por 22.670.300 personas, de las que 18,8 millones estaban ocupadas y casi 3,8 millones en paro.
En el último año, el volumen de activos ha disminuido en 23.000 personas (-0,1 por ciento), situándose la tasa de actividad en el 58,46 por ciento, tres décimas menos que en el último trimestre de 2017.
Hombres los más perjudicados
Entre enero y marzo, el paro masculino subió el doble que el femenino, con 20.100 varones más en paro (1,1 por ciento), frente a un incremento de 9.300 mujeres desempleadas (0,5 por ciento). Con estos datos, tanto la tasa de paro masculina como la femenina repuntaron dos décimas, hasta el 15,18 por ciento y el 18,54 por ciento, respectivamente.
Desagregando los datos por nacionalidades, el paro de los españoles aumentó en el primer trimestre en 13.900 personas (0,4 por ciento), en tanto que los extranjeros en situación de desempleo subieron en 15.500 (2,3 por ciento). La tasa de paro de los españoles se situó así en el 15,7 por ciento, una décima más que en el trimestre anterior, mientras que la de los extranjeros aumentó siete décimas, hasta rozar el 24,3 por ciento.
Al contrario de lo ocurrido con el desempleo, la destrucción de empleo registrada en el primer trimestre fue mayor entre las mujeres. Así, mientras que los hombres perdieron 55.200 puestos de trabajo entre enero y marzo (-0,5 por ciento), la ocupación femenina se redujo en 69.000 personas (-0,8 por ciento).
La caída de la actividad se dejó sentir también algo más entre las mujeres. Al finalizar marzo, había 59.600 mujeres menos que en el trimestre anterior en disposición de trabajar (-0,5 por ciento), con lo que la tasa de actividad femenina se situó en el 52,9 por ciento, casi cuatro décimas menos que en el trimestre anterior. Entre los hombres, la actividad bajó en 35.100 personas en los tres primeros meses, un 0,3 por ciento, hasta situarse su tasa en el 64,3 por ciento, casi tres décimas menos que a cierre de 2017.